El INPC ha iniciado trabajos de restauración en algunas de ellas, como la Americana. Foto: Patricio Ramos/ EL COMERCIO.
El golpeteo de las olas es moderado en la zona del malecón del estuario del río Chone, frente a Bahía de Caráquez, noroeste de Manabí. Desde el brazo de mar queda al descubierto una imponente postal donde se conjugan la historia moderna y la antigua de la conocida Ciudad de los Caras, apelativo acuñado debido a la influencia de los habitantes precolombinos de esa cultura en la zona.
Una parte de las 55 viviendas históricas se destaca desde el brazo de mar. Ahí en primer plano aparece sobre el malecón, la Casa Americana, hoy en restauración a cargo del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC). La casona de estructura de madera, paredes de enquinche (paja, barro, arena y cemento) y techo de zinc, de 154 años de antigüedad, fue sede del Consulado de Estados Unidos y además funcionó como estación del ferrocarril, cuenta el historiador de Bahía, Alejandro Santos Rodríguez.
Santos, a sus 75 años, sigue hurgando entre los escritos y documentos antiguos que cuentan la historia de Bahía. “La construcción de la Casa Americana empezó en 1860 y finalizó 1877, en principio fue una casa familiar, pero después debido al desarrollo de la urbe fue adecuada para oficinas de lo que entonces se denominaba como agencia consular de Estados Unidos; en Bahía existieron 14 agencias consulares”.
Los descendientes de quienes habitaron en esas viviendas fueron testigos del acontecimiento único en la costa norte de Manabí. En 1900 se ubicó allí el primer generador para producir energía eléctrica, en una casa donde vivían misioneros oblatos en el colegio Mercantil Pedro Carbo que hoy es Eloy Alfaro, recuerda César Belletini Zedeño, propietario de una edificación de dos pisos ubicada en la avenida Simón Bolívar en las calles Arena y Checa.
“Las casas que aún siguen en pie son parte de la historia de nuestro pueblo, a través de cada rincón, cada madero, cada pared hay historias que contar”, dice Belletini; la suya pasa de los 90 años.
En un recorrido por su interior se pueden observar los tumbados altos, los desniveles que le dan el toque tipo loft y sobre todo la frescura cuando el calor exterior es alto y la calidez en momentos de frío, que se sienten entre junio y septiembre.
Otro de los íconos arquitectónicos de la ciudad es la iglesia de la Virgen de La Merced. En este edificio, afirma Santos, hay una fuerte influencia de la arquitectura estadounidense que primó en Bahía. La relación entre Bahía y Estados Unidos era muy estrecha. En 1905 quedó listo el proyecto del templo; su construcción se inició en 1912 y terminó en 1928.
A inicios del siglo XX, llegar desde Bahía a Estados Unidos era más rápido que acceder a Quito, asegura Santos. En cinco días por vía marítima se llegaba a Baltimore, en la costa oeste de Estados Unidos, afirma el historiador. Llegar a Quito, en cambio, tomaba semanas. En los diseños de la iglesia participó el manabita Eugenio Santos, quien además trabajó en la culminación del Canal de Panamá.
En las viviendas, en 1850 destacaban los balcones falsos y los ventanales de madera, según Julio Rivadeneira, corredor de bienes raíces e investigador. La importancia de Bahía fue de tal magnitud que en 1830 fue declarada como uno de los puertos más importantes de país, pues por este brazo de mar que era navegable hasta Chone se exportaba cacao, café, maní, entre otros productos agrícolas, afirma Rivadeneira.
En las casas históricas ubicadas en la avenida Simón Bolívar también funcionaban las oficinas de los primeros casillajes (correos). Santos recuerda que aviones volaban en la ruta Estados Unidos, Buenaventura, Colombia, Bahía y Guayaquil.
“Esas aeronaves amarizaban, dejaban la correspondencia, revistas y periódicos y luego decolaban hacia Guayaquil”.Las casas históricas de Bahía fueron tan sólidas que después del terremoto de 1998 aún siguen en pie. En marzo de 2013 debido al cuidado y preservación de estos inmuebles, Bahía fue declarada por los ministerios de Cultura y Patrimonio como la 27 ciudad patrimonialdel Ecuador.