El canto del Haway perdura entre los cañaris

Son cánticos de agradecimiento a la Pacha Mama, al Sol y a la Luna por las cosechas. Foto: Armando Prado/ Archivo EL COMERCIO

En las inmediaciones del terreno de la organización Mushuk Yuyai, ubicada a cinco minutos de Cañar, se divisa una extensa planicie de tonalidad amarilla. Son 6 000 metros cuadrados de cultivos de quinua, llamada también “grano de los incas” o “grano de oro”.
Es época de cosecha y los indígenas de Cañar preparan el ritual denominado Haway, que es un término kichwa que significa ‘para arriba’ y es un canto de agradecimiento a la Pacha Mama, al Sol y a la Luna.
Según el investigador y músico cañari Cristóbal Pichisaca, no se sabe la fecha exacta en que se originó este canto, pero es una tradición milenaria. “Pocas organizaciones indígenas realizan el Haway por varios factores”. Entre otros, la reducción de las extensiones de los cultivos debido a la construcción de viviendas.
La familia de José Pichisaca, de 65 años, mantiene este rito en la comunidad de Quilloac, ubicada a 10 minutos del centro de Cañar. Sus abuelos realizaban este tributo a la Madre Tierra a través de este canto, que dura toda una jornada de la cosecha. Es decir desde las 05:00 hasta las 16:00.
De acuerdo con datos históricos e información recopilada por Cristóbal Pichisaca, el Haway tiene una serie de personajes como el Quipero, quien es el encargado de entonar la quipa y convocar a los habitantes del poblado.
El personaje principal es el Paqui, representado por un hombre de la comunidad. Puede ser un dirigente o quien tenga la capacidad de romper el silencio para animar la cosecha.
José Pichisaca suele hacer de Paqui. Él también tiene una investigación de más de 30 años sobre el Haway, que inició cuando realizó la monografía para culminar su bachillerato. Luego la continuó para graduarse de Licenciado en Educación Bilingüe e Intercultural y en la actualidad sigue recabando información.
José Pichisaca se cubre con un poncho rojo del intenso frío. Él respira profundamente y su voz fuerte retumba en su casa de dos plantas, al entonar una canción dedicada al amanecer, al inicio de la cosecha.
En el canto del Haway también hay un grupo de coristas que responden a los versos que del Paqui. En la plantación de quinua además hay un grupo de segadores que se encargan de cortar el cereal con la hoz.
Uno de ellos es Nicolás Pichisaca, dirigente de la organización Mushuk Yuyai. Para él, el Haway representa un momento de espiritualidad, armonía, alegría y conexión entre el hombre y la naturaleza. “Se agradece al Sol y a la Luna por las cosechas”, concluye.
En el Haway y en la cosecha también intervienen los Aleros,
que llevan las parvas del producto, y las Chaladoras (mujeres) que recogen los restos de los granos que se caen. Además, hay un par de Flauteros.
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Estos son los versos de dos cantos del Haway:
Burrajas Haway:
Haway hawaylla Hawa jay
Haway hawaylla Hawa jay
Tukuylla ay ja… hawaylla hawa jay
Haway Hawaylla Hawa jay
Kaylla labranza panpapi llaki
Trabajituta parlasha
Kaylla utansya panpapi llaki
Trabajituta willasha
Ñuka mujercitamari kama larguita
Tiyanka
Hay ñuka mujercitasmari kama
Larguita kawsanka
Wata sukta killa cama larguita tiyanka
Wata sukta killa cama larguita tiyanka
Wata canchis killa mama larguita
Canto de Borraja:
Haway hawaylla Hawa jay
Haway hawaylla Hawa jay
En este trabajo conversaré mis tristes penas
En éste llano de usanza avisaré mis
tristes trabajo.
Mi mujercita tiene una enfermedad
Muy larga.
Mi mujercita vive con enfermedad
Larga;
Ya año seis meses pasa en la cama
Un año siete mese vive largo en la
Cama.
Haway hawaylla Hawa jay
Haway hawaylla Hawa jay
Antes que cante el gallo, antes que
silbe el gallo
Mi patroncito dice que soy cumplidito,
Donde mi patroncito decía que soy
Honrado.
Haway hawaylla Hawa jay
Haway hawaylla Hawa jay