Los voluntarios de la campaña RecVeci se reunierón el 26 de enero para lanzar el proyecto. Foto: Valeria Sorgato / EL COMERCIO.
15 voluntarios y 10 recicladoras se unen para emprender un proyecto que cambiará la vida de los recicladores de base en Quito. Ayer, 26 de enero de 2016, los voluntarios lanzaron la campaña ReciVeci, para recaudar fondos con el fin de crear una sociedad de reciclaje y mejorar las condiciones de trabajo de los recicladores.
Aspiran conseguir USD 15 000 en 30 días antes del lanzamiento del proyecto. Quienes quieran colaborar con esta iniciativa pueden ingresar a este sitio web.
¿Su proposito? Generar una cultura de reciclaje por medio de un vínculo humano entre el reciclador y el ciudadano consciente que estimule esta práctica en los barrios de Quito.
El primer piloto se realizará en la República del Salvador con 10 recicladoras y 12 000 vecinos. Con los fondos recaudados llevarán a cabo una campaña de capacitación sobre el reciclaje para los 12 000 ciudadanos, dotarán de equipamiento a las 10 recicladoras, apoyarán el centro de acopio de basura y lanzarán una aplicación movil para que los residentes de cada barrio conozcan a su reciclador.
“Este es el momento donde nosotros como ciudadanos podemos hacer algo”, dice Paula Guerra, una de las voluntarias de esta iniciativa. El colectivo lleva seis meses en el proyecto que busca fomentar y articular un trabajo asociativo que permita formalizar el trabajo del reciclaje y activar a la ciudadanía a través de la educación para el desarrollo de una cultura ambiental.
En Ecuador, existen más de 20 000 personas dedicadas a separar la basura para reciclarla. Los recicladores de base son las personas que inician el ciclo de recuperación de residuos sólidos para devolverlos a la cadena productiva. No obstante, la mayoría tienen ingresos inferiores al salario mínimo.
Además un 90% no dispone de seguridad social, ni servicios eficientes de salud, educación o vivienda. Así conluyó un estudio realizado por la Iniciativa Regional para el Reciclaje Inclusivo (IRR) en 2014 y 2015, en Quito, Manta, Guayaquil y Cuenca.
En el 2014, los recicaldores de base aportaron con la recolección de más de 124 000 toneladas de residuos. Para Juana Iza, al igual que para otras recicladoras, esta práctica se convirtió en un oficio que las enorgullece cada día. Más alla de lo económico, lo hace para “ayudar a salvar el planeta”, dice.