Una ONG ecuatoriana es finalista en un concurso del que podría obtener más de USD 32 000 para la conservación de la especie. Foto: Wikicommons.
Aproximadamente a una hora y media de Quito, en la parroquia de Píntag, se encuentra una de las reservas más importantes para la conservación del cóndor; ave emblemática del país. Se trata de la Antisanilla, donde la Fundación Jocotocó desarrolla sus programas de protección.
Esta ONG tiene como misión proteger especies de aves en peligro de extinción, cuyo hábitat se encuentra fuera de los límites de las áreas protegidas. Así lo contó Carolina Arroyo, directora de Reservas de la fundación.
Para continuar con estas acciones ambientales, la Fundación Jocotocó presentó un proyecto de conservación del cóndor andino al fondo European Outdoor Conservation Association, que entregará más de USD 32 000 a la iniciativa que más votos obtenga por internet. El plazo para participar vence el próximo 30 de marzo.
Si desea contriibuir con la preservación de esta especie, puede votar por el proyecto de la fundación Jocotocó en la página web .
En el portal se debe seleccionar el proyecto de conservación del cóndor. Posteriormente se debe dar clic en el botón que pregunta si el usuario acepta los términos y condiciones del concurso. Así, el voto quedará registrado. El concurso se inició el pasado 16 de marzo.
Esta reserva es uno de los mejores sitios de avistamiento de cóndores en estado silvestre. Los peñones que se encuentran en la reserva son uno de los principales sitios de anidación y dormideros de estas aves. Actualmente, se calcula que la población silvestre de cóndores bordea los 50 ejemplares.
Arroyo contó que otras organizaciones del país también presentaron proyectos, pero el finalista fue el de la Fundación Jocotocó. Se espera que con los recursos se pueda continuar el monitoreo de las poblaciones de cóndores y ampliar el programa a otra especia que habita en la reserva: el ibis andino o bandurria.
Otro componente del proyecto es la recuperación de los humedales que existen en la reserva, que por efectos de la ganadería intensiva que se desarrolla en sus inmediaciones, se secaron. Se espera lograr la recuperación de una pequeña cascada que existía en el peñón donde anidan los cóndores.