El bordado guamoteño se rescata en un estudio académico

El jesuita Wilo Haro borda el pelícano crístico, que simboliza la entrega de Cristo. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO.

El jesuita Wilo Haro borda el pelícano crístico, que simboliza la entrega de Cristo. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO.

El jesuita Wilo Haro borda el pelícano crístico, que simboliza la entrega de Cristo. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO.

En Guamote, la celebración de la Semana Santa tiene una particularidad: desde inicios del siglo XX en las procesiones se usan piezas catequéticas bordadas con hilos y piedras brillantes. En los últimos años, esta tradición ha decaído, por lo que el jesuita Wilfrido Haro emprendió una investigación.

El estudio académico se realizó hace seis años como parte de su tesis de maestría en Gestión Cultural en la Pontificia Universidad Católica de Perú. Concluyó que el bordado religioso guamoteño recibe esta denominación, pues lo que motiva a bordar es la devoción y se borda para crear dos piezas fundamentales: los guiones y la bandera.

Haro indica que los guiones son símbolos cristianos que se usan para catequizar y que en esta festividad son cargados por las bordadoras para guiar la procesión. Ha identificado 11 guiones, entre esos, el anagrama de la Virgen, el gallo y el pelícano crístico.

La bandera, por otro lado, contiene en 13 metros de longitud las estaciones de la vida de Jesús. Es cargada por 27 hombres: 13 a cada lado y uno al frente.

“El prioste (que está adelante) va con tajalíes; es una representación muy propia de lo indígena”, dice Haro. Explica que son bandas que se cruzan en el pecho. Además, quienes le acompañan también usan fajas cubiertas de pedrería y símbolos religiosos.

Los artículos originales fueron diseñados por Antonia Merizalde, a inicios del siglo XX. Durante el siglo anterior, era común que las mujeres blanco-mestizas de Guamote se dediquen a bordar los guiones y la bandera. Sin embargo, en los últimos tiempos se ha abandonado esta actividad, pues es demandante y costosa.

Otros resultados del sincretismo cultural entre indígenas y mestizos fueron encontrados por el investigador. Por ejemplo, la bandera cuenta con textiles que son típicos de los indígenas de Guamote y los primeros guiones habrían sido representaciones de cruces bordadas por los indígenas y usadas en sus festividades.

Haro, que viene de una familia de bordadoras, es el único bordador guamoteño activo. Ahora se encuentra en el proceso de recuperación de las piezas. Ha elaborado en solitario varios guiones, entre esos el anagrama de la Virgen. También está haciendo la bandera y espera que pueda ser presentada en esta Semana Santa. El financiamiento ha llegado principalmente de la Compañía de Jesús.

En noviembre de 2018 lanzó un taller de bordado guamoteño en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, para enseñar las técnicas de bordado y mantener la tradición.

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