El Ballet Nacional del Ecuador está integrado por 70 bailarines. Durante 36 años el BNE se ha presentado en 150 cantones. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
En el último semestre, el Ballet Nacional del Ecuador (BNE) ha realizado 204 presentaciones en el país. Las más recientes se han concentrado en Manabí y Esmeraldas.
Durante 11 semanas sus cuatro elencos: el Ballet Ecuatoriano de Cámara, el Ballet Contemporáneo de Cámara, el Ballet Metropolitano y el Ballet Urbano han llevado a la práctica el arte solidario.
El próximo martes 26 de julio, el BNE cumplirá 36 años de creación y espera celebrarlo junto con las personas damnificadas por el terremoto. Ese es el anhelo del maestro Rubén Guarderas, uno de los fundadores y actual director del Ballet Nacional.
En 1980, Guarderas, junto a Camila Schmidt, César Orbe, Jaime Orbe, Rocío Silva y Ramón Sulen crearon el Ballet Ecuatoriano de Cámara, el único elenco, en ese momento, especializado en danza clásica y neoclásica en el país.
Desde la década de los ochenta, el BNE ha pasado por un proceso de crecimiento en su elenco y en su propuesta artística. Este año cuenta con 70 bailarines y con un repertorio que incluye piezas con sonidos tradicionales como el pasillo y el albazo y otras salpicadas de hip-hop y reggaetón.
El Ballet Nacional del Ecuador es un referente del folclore escénico en el país. Carolina Nicolalde es parte del elenco del Ballet Metropolitano desde hace ocho años. Ella destaca el trabajo que hace este grupo en relación a la difusión de la danza mestiza.
Dentro de su repertorio están obras como ‘Quito Mestizo’, ‘Añoranzas’, ‘Chakana’ y ‘Fiesta del mar’. Uno de sus próximos estrenos será una pieza donde se explorará el mundo de las yumbadas. “En el Ballet Metropolitano -dice Nicolalde- trabajamos para llevar a todos los lugares del país nuestra identidad relacionada al baile y a la música”.
Para acercarse a las nuevas generaciones, en el BBE se creó el Ballet Urbano, un elenco que realiza investigaciones y montajes de piezas en las que se fusionan ritmos como el rap, el hip-hop, el reggaetón y los sonidos tradicionales del país.
Flavio Romero es parte de este elenco desde el 2011. Para él, el Ballet Urbano es un espacio en donde un grupo de jóvenes puede expresar a otro lo que siente a través de la danza urbana. Destaca que este elenco ha tenido la posibilidad de llevar la danza a personas que nunca habían tenido contacto con ella.
“Como persona y como bailarín te enriquece ver cómo el público reacciona cuando te ve bailar”.
En el repertorio de este elenco hay piezas como ‘History’, ‘Repertorio latino’ y ‘Circo’, una obra en la que exploran el mundo del clown a través de una serie de personajes que luchan por el amor de Vanesa, una muñeca que solo existe en sus delirantes sueños. Su próximo estreno será ‘Fiesta Ecuador’, una pieza que fusiona ritmos urbanos con ritmos ecuatorianos populares.
Para mantener el trabajo de sus cuatro elencos y de sus 79 trabajadores, el BNE cuenta con un presupuesto aproximado de USD 2 millones. Según Guarderas, este monto no es suficiente porque no les permite organizar sus propias giras. Destaca el apoyo que reciben por parte de los núcleos provinciales de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, pero asegura que preferiría no depender de otras instituciones para cubrir ciertos rubros.
Con la idea de formar bailarines profesionales, en el 2004, se creó la Escuela Metropolitana de Danza (Metrodanza).
Un espacio para la formación de niños y jóvenes. Una educación que académicamente dura nueve años y que -según Guarderas- recién está dando sus primeros egresados.
Mientras el Ballet Ecuatoriano de Cámara prepara nuevas obras en pequeño y gran formato y el Ballet Contemporáneo se alista para el estreno de ‘Desierto’, los bailarines del BNE seguirán en su campaña por promover el arte solidario en Manabí y Esmeraldas.
“Cada vez que llega uno de nuestros elencos a las zonas afectadas -dice Guarderas- no solo realiza presentaciones artísticas. Lo que hacemos es involucrar a la gente afectada en juegos, terapias y bailes que les permitan tener un momento de distracción”.