El uso de grandes cantidades de datos alimentados por los celulares sirven para crear medidas de combate al covid-19

Imagen referencial. El ‘Big Data’ o grandes volúmenes de datos en español, se define como todo los datos que se producen desde donde existe algún punto de conexión tecnológica. Foto: AFP

Imagen referencial. El ‘Big Data’ o grandes volúmenes de datos en español, se define como todo los datos que se producen desde donde existe algún punto de conexión tecnológica. Foto: AFP

Imagen referencial. El ‘Big Data’ o grandes volúmenes de datos en español, se define como todo los datos que se producen desde donde existe algún punto de conexión tecnológica. Foto: AFP

El ‘Big Data’ o grandes volúmenes de datos en español, se define como todo los datos que se producen desde donde existe algún punto de conexión tecnológica.

Esto incluye desde sensores de movimiento y cajeros bancarios hasta teléfonos celulares que identifican la posición geográfica del propietario. Es decir, espacios donde un usuario interactúa con un dispositivo tecnológico conscientemente de ello o sin saberlo.

Este acumulación de datos era ya utilizada desde hace décadas atrás por empresas y gobiernos, pero en la más reciente coyuntura de la pandemia por el covid-19, el uso del ‘Big Data’ es mayor y más importante porque sirve para definir políticas públicas que buscan contener la enfermedad.

Luis Miguel Garay, profesor del máster de Big Data de la Universidad Internacional de La Rioja de España, explica que existen múltiples iniciativas basadas en Big Data e Inteligencia Artificial orientadas a la asistencia en el diagnóstico y al descubrimiento de fármacos, para combatir al coronavirus.

“Existen casos de uso como la geolocalización para prevenir la propagación de nuevos contagios”, señala Garay, al destacar que esto se ha empleado a través de aplicaciones para teléfonos en varios países.

Las aplicaciones han servido para identificar situaciones de riesgo por contacto con personas que en su momento eran asintomáticas, pero que posteriormente se ha confirmado como portadoras del virus.

En síntesis, Garay identifica tres áreas de aplicación del Big Data en la pandemia.

En primer lugar, respecto a la movilidad humana, para evitar la propagación del virus en un principio, a partir de los datos que emiten los celulares de los contagiados. Y posteriormente, cuando se relaja el confinamiento, en la creación de modelos de movilidad. Es decir, para identificar las zonas donde aumentó o diminuyó la movilidad y cuál es su relación con la propagación del virus.

Pero adicionalmente, el ‘Big Data’ sirve para desarrollar modelos epidemiológicos que permitan predecir cuántos infectados va a haber a lo largo del tiempo. Y también, para modelos que puedan predecir el número de hospitalizaciones.

Raúl Fernández, máster en Estadística y Ciencias de Datos de la Universidad de Edimburgo, en el Reino Unido, explica que los gobiernos alrededor del mundo están generando entre 10 y 20 veces más información científica tipo ‘Big Data’ de acceso abierto y público, debido a la pandemia. Esto se conoce como ‘Open Data’.

Coincide en que el uso más común de los datos se ha dado a través de aplicaciones para rastrear a los contagiados y a personas que se contagian en el futuro. Esto a fin de contener la propagación del virus, pero además, para calcular la probabilidad de un posible contagio según el sector de una ciudad.

Para ello, sin embargo, explica que esta aplicación la deben tener todos los ciudadanos para su óptimo funcionamiento."

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