Un archivo para conocer al escritor César Dávila Andrade

Juan Pablo Ordónez es el curador de la exposición que se exhibe en Quito. Foto: Patricio Terán/ EL COMERCIO.

Juan Pablo Ordónez es el curador de la exposición que se exhibe en Quito. Foto: Patricio Terán/ EL COMERCIO.

Juan Pablo Ordónez es el curador de la exposición que se exhibe en Quito. Foto: Patricio Terán/ EL COMERCIO.

Dos meses antes de su muerte, César Dávila Andrade envió una carta a su madre. En la misiva apuntaba, entre otras cosas, que le mandaba USD 10  para que se ayude con los gastos de la vida cotidiana. Era 1967 y el escritor cuencano formaba parte de los miles de ecuatorianos que habían migrado a la próspera Venezuela.

51 años más tarde, la carta reposa en un escaparate lleno de documentos que son parte de ‘Albaquía’, la exposición que se exhibe desde el martes 25 en la Academia Ecuatoriana de la Lengua, ubicada en el corazón del Centro Histórico, un territorio poblado por miles de venezolanos que trabajan para hacer lo mismo que el ‘Fakir’, solo que a la inversa.

En ese mismo escaparate hay recortes de diarios venezolanos que dan cuenta de la importancia que Dávila Andrade tenía para el mundo cultural y literario de ese país: la emoción por su regreso después de una ausencia de ocho años o la tristeza luego de conocer que se había suicidado.

A diferencia de la vida que tuvo durante su estancia en Quito, donde llegó a dormir en varias oportunidades en los alrededores de la Plaza del Teatro, su vida en Mérida y Caracas le procuró una existencia más calmada. Así lo atestigua una de las fotografías en blanco y negro que retratan la fachada de la casa que habitaba.

A estos documentos de corte biográfico se suman ejemplares de las primeras ediciones de sus libros, entre ellos ‘Espacio me has vencido’, ‘Arco de instantes’, ‘Conexiones de tierra’, y ‘Abandonados en la tierra’. Por la relevancia local e internacional que alcanzó ‘Boletín y elegía de las mitas’, Juan Pablo Ordóñez, curador de la muestra, decidió incluir un escaparate que dé cuenta de todas las adaptaciones artísticas que ha tenido este poema.

Ahí están las imágenes de la obra que montó Fabio Pacchioni con el grupo Teatro Ensayo, el disco de la composición sonora hecha por Mesías Maiguashca o el audio donde el ‘Fakir’ narra su poema. Uno de los documentos más interesantes de este espacio es una copia original del texto que fue escrito a lápiz y en un papel cualquiera, como lo hacía para la mayoría de sus escritos.

Ordóñez, parte del colectivo Ñukanchik People, explica que una de las intenciones de ‘Albaquía’ -nombre que hace alusión a una deuda impagable- es que las nuevas generaciones se acerquen al mundo daviliano. Por esta razón se incluyó un espacio donde se proyectará un documental con entrevistas sobre la vida del autor y varios videos de sus poemas leídos en francés, portugués, alemán, catalán y húngaro.

Mientras las personas recorren los patios y pasillos de la Academia Ecuatoriana de la Lengua, también podrán escuchar los poemas del ‘Fakir’ en la voz de escritores como Jorge Enrique Adoum, Edmundo Aray, Fernando Cazón Vera o Miguel Donoso Pareja.

En este espacio termina, hoy, 27 de septiembre del 2018, el seminario conmemorativo ‘Cien años de César Dávila Andrade’. Entre las charlas del conversatorio, que comienzan a las 18:00, se incluye ‘La animalidad en César Dávila Andrade’ de Álvaro Alemán; comentario sobre ‘Oda al arquitecto’ de Simón Espinosa Cordero; y ‘La luminosa imagen daviliana’ de Jorge Dávila Vázquez. Todos las actividades son de acceso libre.

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