Comparación entre trompetas mayas en un mural mexicano con figuras de la cultura ecuatoriana Jama Coaque. Foto: Cortesía Maac
En una reciente ponencia en Guayaquil, el arqueólogo ecuatoriano Jorge Marcos Pino comparó imágenes de la cerámica de la cultura Chorrera de Ecuador con la Guanacaste, de Costa Rica. Apuntó a las similitudes entre vasos prolicromados de la cultura nacional Guangala con los de la Talamanca, del país centroamericano.
El investigador mostró también las similitudes entre tocados, escudos y trompetas de los guerreros mayas, presentes en los murales de Bonampak en Chiapas (México), con los objetos que portan figurinas de guerreros jama-coaques, que habitaron la costa ecuatoriana en tiempos precolombinos.
La ponencia ahondó en detalles sobre los contactos prehispánicos marítimos entre Sudamérica y Mesoamérica, los periplos de los antiguos navegantes de Ecuador y los intercambios comerciales con México, en todo un cuerpo de influencias de ida y vuelta que se habría extendido a otros países de Centroamérica.
La conferencia ‘Estudio del tráfico a distancia entre los pueblos de la Costa del Pacífico de América: Del Golfo de California al Golfo de Guayaquil’ hizo parte del programa de desarrollo del fondo arqueológico del Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo (Maac). El Museo también acogió una conferencia del arqueólogo, historiador y buzo mexicano Carlos Núñez Calderón de la Barca, con base en su libro ‘Los caminos que andan, Contactos marítimos prehispánicos entre Ecuador y México’.
Marcos Pino también sugirió que el origen del azul maya, mezcla de tinte orgánico y arcilla usada con maestría en la decoración en México –una mezcla que requiere ser calentada a 100 grados centígrados-, puede ser “el azul jama”, la cultura que habitó Esmeraldas y Manabí entre el año 350 antes de Cristo y el 1 531 d. de C. “La pintura iridiscente en las cerámicas sería anterior en México, pero en Ecuador se vuelve más creativa”, indicó el investigador, quien descubrió el sitio Real Alto (Santa Elena) en 1971.
El arqueólogo guayaquileño dedicó buena parte de la ponencia a las excavaciones en las que participó en el año 1878 en la Isla de la Plata, frente a las costas de Manabí. En la isla se han encontrado entre muchos objetos de diferentes culturas del antiguo Ecuador, una vasija inca imperial, además de figurinas de oro y plata típicamente cusqueñas (la concha spondylus de las costas ecuatorianas llegó también a Perú).
En las excavaciones también se encontraron cuencos de oro, posibles astrolabios o instrumentos de ayuda para la navegación y los pesos que usaban los manteños para bucear a pulmón la concha spondylus hasta a 40 metros de profundidad.