La gestión ambiental en el país empieza una nueva etapa desde este mayo de 2021. El control de la minería ilegal, el combate a la deforestación, el manejo de los residuos y el cumplimiento de los tratados internacionales son algunos de los retos que el nuevo Ministro del Ambiente afrontará.
Estos cuatro años serán decisivos en temas ambientales. Ecuador no solo tendrá que buscar las formas de impulsar la recuperación económica poscovid-19 sin sacrificar los recursos naturales, sino que deberá enfocarse en detener el avance del cambio climático.
El pasado 14 de mayo, el país presentó el Plan para la Implementación de su primera Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC). Esta herramienta reúne las acciones que llevará a cabo Ecuador en adaptación y mitigación al cambio climático. En este documento se plantea que, hasta el 2025, el país disminuirá en un 9% las emisiones provenientes de sectores como energía, agricultura, procesos industriales y residuos.
Tarsicio Granizo, director del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) Ecuador, explica que, para alcanzar estos objetivos, es necesario el compromiso de todas las carteras del Estado, ya que se contemplan acciones que no solo se relacionan con el Ministerio del Ambiente y Agua.
Para Granizo, uno de los temas más urgentes es “recuperar la institucionalidad ambiental del país”. Esto se relaciona a aspectos que fueron criticados en los últimos años como la alta rotación de ministros en esta Cartera del Estado y los despidos que se produjeron a finales del 2020.
Casi 400 personas fueron desvinculadas de la institución, sobre todo de áreas protegidas. Granizo, quien fue el primero de los seis ministros del Ambiente de Lenín Moreno, dice que el Sistema Nacional de Áreas Protegidas abarca el 20% del territorio nacional, por lo que el personal que trabaja en estas zonas es indispensable para la conservación.
Para Luis Suárez, director Ejecutivo de Conservación Internacional Ecuador, se debe fortalecer la gestión del SNAP con un enfoque de paisaje y financieramente sostenible. Un gran avance, dice, sería la formación del Servicio Nacional de Áreas Protegidas para su administración y manejo.
Otro proyecto emblemático es el Programa Nacional de Incentivos para la Conservación Socio Bosque. Suárez explica que este debe ser ampliado y reforzado con el fin de reducir las emisiones, proteger la biodiversidad y generar emprendimientos en zonas rurales.
Los planes para reducir la deforestación y el control de las actividades extractivas son temas primordiales para los especialistas. Al Director de WWF Ecuador le preocupa la apertura de nuevos frentes petroleros en el suroriente de Pastaza, que es una zona aún prístina. La regulación de las concesiones mineras y el seguimiento de los permisos ambientales se plantean como retos importantes.
Fernanda Solíz, directora del área de Salud de la Universidad Andina Simón Bolívar, considera que esta es una de las carteras “en la que existen más ojos puestos”. Además de los temas mineros, la gestión de los residuos sólidos es otro de los temas que preocupa.
Estos conforman el cuarto grupo que más emisiones de gases de efecto invernadero aportan al ambiente. Solíz explica que uno de los principales problemas de la crisis de la basura que afronta el país se relaciona con que alrededor del 70% de los cantones aún tienen botaderos a cielo abierto, botaderos controlados y celdas emergentes.
Por otro lado, los rellenos sanitarios existentes se enfrentan al colapso. Mientras el 96% de los residuos es enterrado en estos sitios, el país permite el ingreso de los desechos de otras naciones.
Solíz dice que la importación de residuos es un tema que debe ser priorizado. A esto se suma otro reto importante que es la contaminación de los ríos. Los especialistas coinciden que el saneamiento y tratamiento de aguas residuales es uno de los mayores problemas actualmente.