El Parque Nacional Yasuní alberga 458 especies de peces de agua dulce, lo que representa el 21,9% de las especies que se puede encontrar en la cuenca del Amazonas.
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Así lo determinaron investigadores de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), el Instituto Nacional de Biodiversidad (Inabio), la organización conservacionista The Nature Conservancy (TNC) y la Escuela Politécnica Nacional (EPN).
El reporte confirma al Yasuní como una de las áreas de mayor biodiversidad del mundo. Según datos oficiales, en su interior también se encuentran más de dos mil especies de árboles y arbustos, 204 de mamíferos, 610 de aves, 121 de reptiles y 150 de anfibios.
Inabio, en un comunicado, dijo que la riqueza de peces en el Parque Nacional Yasuní supera a la de otras reservas amazónicas de tamaño comparable o mayor. Esto la convierte en “un punto crítico de biodiversidad específicamente para los peces”. Estos representan el segundo grupo de vertebrados más rico en especies después de las aves en esta área protegida.
¿Por qué hay diversidad acuática en el Yasuní?
Para los investigadores, la extraordinaria diversidad de peces en el Parque Nacional Yasuní se debe a múltiples factores ecológicos y biogeográficos.
En primer lugar, en este espacio se da la convergencia de ríos de aguas blancas y negras. Esto sustenta comunidades de peces distintivas, típicas de aguas blancas ricas en sedimentos y aguas negras ricas en taninos.
Asimismo, los principales ríos de la zona son históricamente se moldean por conexiones cambiantes. Además, de aislamientos que fomentan la diversificación de los conjuntos de peces.
Otra razón de la biodiversidad acuática del Yasuní es, de acuerdo a los científicos que realizaron el estudio, la conexión del Parque Nacional con la Amazonía central.
Esto “probablemente facilita una extensa diversificación simpátrica en la Amazonía occidental”.
No hay especies introducidas en el Yasuní
Una relevante conclusión del estudio es que no hay especies introducidas entre las 458 especies de peces de agua dulce detectadas.
Este hallazgo convierte a esta área protegida en una de las pocas, en donde los peces nativos no son amenazados de momento por especies exóticas.
“Esto subraya la importancia de los esfuerzos de conservación en este parque, que brinda mantenimiento de la biodiversidad y la provisión de seguridad alimentaria”. Así apuntó el Inabio.
La investigación señala que las comunidades indígenas dependen de al menos 72 especies para consumo, comercio y usos medicinales. Los grandes pimelódidos (bagres) depredadores se ven destacados.
19 especies amenazadas en el Yasuní
Las preocupaciones de conservación incluyen diecinueve especies amenazadas, muchas de las cuales son intensamente explotadas por la pesca artesanal.
Los estudios de diversidad de peces en el Yasuní comenzaron en la década de 1980 con exploraciones de la cuenca del río Napo. Lideraron el Museo Field de Chicago y la Escuela Politécnica Nacional del Ecuador.
Durante más de dos décadas, la investigación documentó 550 especies de peces de agua dulce en la cuenca del río Napo. Se incluyeron 253 especies dentro del Parque Nacional.
Este nuevo estudio añadió 205 especies a las 253 enumeradas previamente hasta 1994. Esto representa un aumento del 80% en la riqueza de especies. Este aumento sustancial se atribuye principalmente a una expansión significativa del área de muestreo, que abarca zonas que no fueron incluidas anteriormente.
Con una extensión de casi un millón de hectáreas, el Parque limita al este con Perú y al oeste con la Reserva Étnica Waorani. Esta es una de las tres nacionalidades indígenas habitan ahí junto a los kichwa y shuar.
En su zona más inaccesible se encuentran pueblos indígenas en aislamiento voluntario como los tagaeri, taromenane y dugakaeri.