Helena Gualinga, la joven Sarayaku que asume la voz de su pueblo

Helena Gualinga protagoniza el documental ‘Helena de Sarayaku’, de 80 minutos y relatado en kichwa, español e inglés. Foto: EFE.
A sus 20 años, Helena Gualinga es la voz del concepto Kawsak Sacha o Selva Viviente. Esta es la filosofía indígena de comunión con la naturaleza de Sarayaku, su comunidad natal en la Amazonía del Ecuador.
La idea ha sido trasladada ahora al cine en un documental narrado desde la mirada de esta joven. Muchos ya la llaman “la Greta Thunberg ecuatoriana”.
En ‘Helena Sarayakumanta’ (‘Helena de Sarayaku’), la activista indígena es la protagonista de esta historia contada en kichwa, español e inglés, sobre uno de los pueblos nativos más emblemáticos de Ecuador, por la lucha de sus derechos territoriales que ahora asume también la generación más joven.
Filosofía viva
“El Kawsak Sacha es la parte fundamental de la lucha de Sarayaku. Significa Selva Viviente. Vemos a la selva como algo vivo. Es como un ser vivo sujeto de derechos”, contó Helena Gualinga antes de que el documental se proyectara por primera vez en Sarayaku para regocijo de sus familiares, amigos, vecinos y conocidos.
Apenas había espacio en la casa comunal de Sarayaku para ver el largometraje y hasta los niños se asomaban por las ventanas para no perderse la última creación de Eriberto Gualinga, el cineasta de Sarayaku, con cuyas producciones ha ayudado a difundir las reivindicaciones de la comunidad desde la propia perspectiva indígena.
A lo largo de 80 minutos de metraje, Helena da voz al anhelo de Sarayaku para que el Kawsak Sacha sea reconocido legalmente por el Estado y le confiera derechos a su territorio frente a posibles amenazas.
Larga espera
Desde hace cuatro años ese es el gran objetivo de Sarayaku, además de lograr que el Estado cumpla totalmente la sentencia emitida en 2012 por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH), que sentó un precedente clave en el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas sobre su territorio, en especial la consulta previa, y permitió expulsar de su territorio a la petrolera que ingresó sin su consentimiento.
“Siempre hemos sabido que la Amazonía, y en especial los territorios indígenas, han sido fundamentales para preservar la biodiversidad del mundo y proteger los bosques; y por eso son tan importantes los derechos de los pueblos indígenas, para que nosotros podamos seguir haciendo este trabajo”, enfatiza Helena.
“Para mí siempre ha sido un privilegio haber crecido aquí”, asegura orgullosa Helena, de padre sueco y madre kichwa, que transita entre Suecia, Finlandia y la Amazonía de Ecuador.
La joven añade que Sarayaku es muy unida y que hay jóvenes que sueñan con seguir el camino de sus mayores en defensa de su tierra.
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