En el auditorio de la Alianza Francesa de Guayaquil se repartieron camisetas que tenían atravesadas, en partes equitativas, los colores de Ecuador y los de Francia.
Así se vio el partido la tarde de hoy 25 de julio del 2014 en una pantalla gigante. Indumentaria pacifista para lidiar con las dos nacionalidades que se juntaron, de manera tranquila también, a ver el partido: la ecuatoriana y la francesa.
Así, entre una y otra jugada, un “comme c’est bien!”se cruzaba con un “¡qué bien!”. En un intento de réplica de lo que ocurre en los estadios, una ola humana se formó entre los franceses y ecuatorianos que veían el cotejo.
Los espectadores se paraban con las manos alzadas y se sentaban de sus asientos del auditorio para lograr el efecto. El “Sí se puede”, himno optimista de la selección para tiempos difíciles, eclipsó a los franceses. También los reclamos furiosísimos cuando el árbitro marfileño Noumandiez Doue expulsó al volante nacional Antonio Valencia.
En el entre tiempo, estudiantes de la Alianza Francesa, ubicada en el centro de Guayaquil, hicieron un número musical -en francés- dedicado a la selección ecuatoriana de fútbol.
También se sortearon seis sombreros de paja toquilla: tres de ellos con franjas de la bandera de Francia y los tres restantes con la de Ecuador. Incluso se repartieron bebidas y snacks.
Toda la escuela estuvo decorada con globos y serpentinas tanto azul-rojo-blanco como amarillo-azul-rojo. Las clases se suspendieron. Uno que otro profesor francés se resistió a ponerse la camiseta neutral y optó por colocarse de Francia. Lo mismo con ciertos estudiantes que prefirieron utilizar la de Ecuador. El clima de confraternidad estuvo presente hasta el final.