Afros, chachis y montuvios, en un plan de integración

Estudiantes de la Unidad Educativa Pablo VI de Limones participan en los programas culturales de su zona. Foto: Marcel Bonilla/ EL COMERCIO

Estudiantes de la Unidad Educativa Pablo VI de Limones participan en los programas culturales de su zona. Foto: Marcel Bonilla/ EL COMERCIO

Estudiantes de la Unidad Educativa Pablo VI de Limones participan en los programas culturales de su zona. Foto: Marcel Bonilla/ EL COMERCIO

Los actos culturales son cada vez más continuos en las comunidades afros y chachis del norte de la provincia de Esmeraldas. En este territorio se aplica un plan para difundir la interculturalidad.

En el cantón Eloy Alfaro, específicamente, conviven ambas nacionalidades con montuvios y colonos. Allí se busca rescatar la identidad a través de emprendimientos, iniciativas turísticas y arte.

Desde hace tres meses, la Dirección de Interculturalidad del Municipio del cantón Eloy Alfaro, trabaja con esta población para el rescate de antiguas tradiciones culturales. La difusión se realiza través de presentaciones con estudiantes que exhiben su forma de vestir y otros rituales.

Rosa Chapiro
y Luciana Añapa, dos niñas de la comunidad Chachi de Zapallo Grande, han aprendido mitos y leyendas de sus ancestros desde que entró en marcha este plan.

Chapiro de 12 años comenta que ha escuchado las narraciones de personajes míticos como la Tunda, la Llorona, el Duende y La Boa. Los antiguos curanderos o Mirucos, también aportan con su conocimiento sobre el uso de plantas medicinales.

Orlando Cipriano Añapa, técnico de interculturalidad del Municipio de Eloy Alfaro, explica que este trabajo incluye a los emprendimientos relacionados con las artesanías, música y una ruta turística en las comunidades.

Los encuentros con la comunidad incluyen presentaciones artísticas de integrantes de las tres etnias. Foto: Marcel Bonilla/ EL COMERCIO

“Se trata de dar vida al uso de los centros ceremoniales, que son cementerios indígenas, donde las familias se concentran para celebrar la Semana Santa, Difuntos y Navidad”, explica Añapa.

También hay encuentros comunitarios en los que se debate sobre: reconocimiento de la ciudadanía, del derecho a ejercer la identidad originaria de los pueblos, rechazo a las formas de imposición de la cultura hegemónica y marginación de la cultura minoritaria, y comprensión de las culturas como fenómenos dinámicos.

Wilson Díaz, habitante de la comunidad Chachi de Santa María, colabora en la organización de la comunidad para aprender sobre cómo conservar las tradiciones de esa y otras 40 comunidades chachis.

Uno de los objetivos es internacionalizar el tema artesanal, como la comunidad Épera que desde hace ocho años trabaja en la elaboración de bolsos, canastas y reposteros.

Para la comunidad afro, la idea es abrir mercados externos para ubicar la producción de bombo, marimbas y maracas, que realiza las Asociación Cultural Madera Metálico; así como la venta de artesanías hechas con damagua.

La finalidad es generar los ingresos económicos para el sostenimiento de estas organizaciones afros e indígenas.

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