Las instalaciones de la Casa de la Cultura Ecuatoriana y el parque de El Arbolito, en el centro-norte de Quito, están en un proceso de cambio.
Los vidrios opacos, el piso deteriorado, las viejas luminarias, las baterías sanitarias, la cubierta del Ágora que datan de hace 28 años están siendo reemplazados o arreglados. Por esto, actualmente, el acceso a esta zona es restringido. El propósito es tener a punto a la que será la sede de la conferencia Hábitat III, entre el 17 y 20 de octubre de 2016.
En este evento de carácter mundial se reunirán los representantes de 193 países miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para abordar temáticas relacionadas con desarrollo urbano sostenible. En total se estima que asistan alrededor de
30 000 personas.
Las salas donde se reunirán los asistentes serán habilitadas temporalmente en: el Ágora, los teatros, los museos, la biblioteca de la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE). Los trabajos están a cargo del consorcio Star Group – Semaica, contratado por el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda.
El plenario principal, por ejemplo, funcionará en el Ágora. Las labores para transformar este lugar en una réplica de la sala de conferencias de la ONU están en marcha.
Para dar una imagen sobria al Ágora usada, generalmente, para espectáculos artísticos, se emplearon tableros y estructuras metálicas para cubrir las desgastadas bancas de madera. Sobre esta base se están instalando unos 400 escritorios, sillas para delegados, asistentes, invitados; y el área destinada para los traductores de los siete idiomas oficiales.
Todo el plenario contará con conexiones de electricidad, iluminación e Internet. Sobre las paredes se colocarán telones para mejorar la acústica, mencionó Luis Proaño, responsable de las adecuaciones temporales del evento.
En el teatro nacional, junto al Ágora, se realiza el montaje de otra sala de reuniones. En este sitio se ha arreglado ya el piso y retirado las butacas centrales para contar con un espacio amplio con capacidad para 123 escritorios. En total en el edificio de la Casa de la Cultura se contará con unas 25 salas distribuidas en las cuatro plantas.
Una vez que concluya este evento, las estructuras provisionales se desmontarán y se entregarán a los administradores de la CCE y del parque El Arbolito unas instalaciones renovadas, el 10 de noviembre.
Parte de las mejoras realizadas que perdurarán cuando concluya Hábitat III son el arreglo de la fachada de la comúnmente conocida como Casa de los Espejos, el cambio del piso de los museos, de la biblioteca, la instalación de baterías sanitarias nuevas, la reparación e impermeabilización de la cubierta del Ágora, la limpieza de grafitis.
El reemplazo de los ductos de ventilación, del sistema eléctrico, la instalación del sistema contraincendios, 1 600 luminarias LED, la red de telecomunicaciones, dos ascensores… harán que la Casa de la Cultura tenga una imagen moderna, precisó Esteban Sevilla, gerente general de Semaica.
En el parque de El Arbolito, que colinda con la CCE, se soterrarán los cables, se reemplazarán las luminarias y se dará mantenimiento a las esculturas. En este espacio verde se habilitarán los pabellones con información sobre las Naciones Unidas, Ecuador y Quito. Ahí se colocarán 80 carpas para ofrecer a los asistentes información sobre servicios como alimentación, conectividad, turismo, atención médica, puntos de encuentro y otros.
En todas estas labores temporales y permanentes se invertirán alrededor de USD 8,1 millones. Este monto representa casi el total del presupuesto anual que recibe la CCE (8 millones).
Por esto Raúl Pérez, presidente de esta institución, considera “un milagro” que la Casa de Cultura haya sido elegida como sede de Hábitat III. Como los recursos económicos son limitados, el mantenimiento que se hacía en esta edificación era básico. La prioridad era el aseo y la pintura. Para esto se destinaba cerca de USD 800 000 al año.
La CCE fue adaptada como sede de Hábitat III debido a que la urbe no cuenta con un centro de reuniones para eventos de esta magnitud. Hay que planificar para atender este tipo de demanda, sostuvo Pablo Ochoa, integrante del Buró de Convenciones.