Con guitarra en mano y sentado en la entrada de su condominio, Alberto Caleris tarareó la canción. Al compás de una melodía suave, dejó fluir el mensaje que habla sobre el peligro que afronta el planeta y la necesidad de cuidarlo. Esta canción está en un CD (foto) producido por Caleris y Traffic, una ONG conservacionista. Incluye cuatro versiones, con la letra que compuso junto con Ana Puyol. Dos de las versiones son interpretadas por niños y adolescentes de la Academia de Artes 3. Al final de la improvisada presentación, Caleris y Puyol resaltaron que este es el primer paso de Artistas por la Tierra. Es una iniciativa que busca que los artistas se involucren con el medioambiente. La convicción de Caleris es que “no es por moda ni novelería. Se trata de un proyecto con seriedad”. Y esa fue la primera condición para pintores, músicos, escritores y más que se unieron a esta propuesta. Hoy constituyen el pilar inicial de los artistas comprometidos con la defensa de la Tierra. Se trata de una corriente ya encaminada en varios países. Uno de los ejemplos es el Encuentro Internacional de Escritores por la Tierra. Esta cita, en su tercera edición, fue la semana pasada en El Salvador, con el reto de que la literatura sea un instrumento para sensibilizar a la población sobre los tema ambiental. Puyol cree que “las organizaciones ambientalistas y Artistas por la Tierra tengan una agenda común para sensibilizar sobre la importancia de la naturaleza”. Bernardo Ortiz, director regional de Traffic, complementa que esta propuesta trasciende lo técnico, las cifras, los reportes científicos, las reuniones internacionales. “El lenguaje desde lo ambiental es muy técnico y no llega de la manera como lo pueden hacer los artistas con una aproximación hacia la conciencia y a los sentidos”.El mensaje del ambientalista es que toda la población es corresponsable de lo que está ocurriendo. “Y el no involucramiento no es una opción sino que hay que actuar y está en las decisiones de cada uno sobre los patrones de consumo y estilos de vida, incluso a las posiciones políticas”. Por eso para Puyol, la meta es aterrizar el tema para llegar a la gente con un lenguaje sencillo sin mucha rigurosidad. “No solo por conocer temas como el cambio climático, cambiamos de prácticas. Si no hay una dimensión emocional que permita valorar la vida, no habrá un cambio drástico. Y el arte tiene esa posibilidad de sensibilizar al público”. Bajo esa idea, el grupo proyecta para este año una cita en Quito, de expresiones artísticas como pintura, documentales, música y más. Así, Caleris y Puyol tararean una vez más Madre Tierra.