La erupción del volcán Hunga-Tonga fue una de las más violentas de la historia. Se registraron otros eventos en el mundo.
Los sapos pueden percibir vibraciones de baja frecuencia en su oído interno y ello les permite detectar la lluvia desde sus refugios subterráneos, según un estudio liderado por el español Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) y publicado en la revista Current Biology.