En noviembre de 1898, Pedro Jacinto Montero Maridueña fue nombrado coronel del Ejército de la República del Ecuador. El decreto -incluido en un texto de Raúl Sánchez Mendoza- tiene la firma de Eloy Alfaro Delgado, quien también le otorgó una espada con empuñadura de plata, tallada con una cortante inscripción: ‘No me saque sin razón; no me envaine sin honor’. 14 años después fue salvajemente mutilado e incinerado junto a la plaza San Francisco.