En su oficina, Santiago Castellanos abre un post en su muro de Facebook: un artículo sobre la masacre en la discoteca Pulse, en Orlando. El acontecimiento perturbó los giros del planeta y puso en duda si alguna vez podremos convivir como en una gran jam session, donde cada uno toque por su lado pero exista armonía. Con esa idea, Santiago (escucharlo en sus cursos donde conjuga cine y teorías queer es un deleite) se presta a hablar sobre la integración de las diferencias en la sociedad, o de esa tolerancia que pareciera agotada...