De manera sorpresiva aparecieron en la base militar aérea de Quito dos soldados, al mando de un oficial, llevando con ellos a un perplejo militar -quien ocupaba entonces las funciones de Ministro de Gobierno en la dictadura del general Rodríguez Lara-. Dicho funcionario no alcanzaba a comprender las motivaciones de la inesperada “invitación” para efectuar un vuelo urgente.