La capacidad para ver en tres dimensiones (3D) y para responder a los estímulos externos depende en gran medida de los circuitos neuronales bilaterales que conectan ambos hemisferios y son esenciales para muchas de las tareas que realizamos normalmente. Desde hoy, gracias a un equipo de investigadores españoles ya sabemos cómo tiene lugar ese proceso.
El domingo 3 de febrero del 2019, Verónica Espín bañó a su hijo Gastón, de 1 años 7 meses, como de costumbre. En un momento del baño, su ojo vio de manera directa a la luz del foco y la madre notó un aro de luz blanca en el ojo izquierdo. Le llamó la atención porque –recuerda- en algún momento leyó sobre el retinoblastoma y cómo detectarlo. Decidió ir donde un oftalmopediatra.
Gastón tiene 1 año 7 meses. A inicios de febrero su madre, Verónica Espín, noto que cuando una luz le llega de manera directa a su ojo izquierdo se le forma un aro blanco. Eso le llamó la atención y un oftalmopediatra, luego de todos los exámenes de rigor, confirmó retinoblastoma en estadio C. Ahora necesita recaudar fondos para realizarse un tratamiento fuera del país.