Cada 4 de octubre, a escala mundial se celebra el Día Mundial de los Animales. Y en esta fecha se recuerda, entre otros ámbitos, que tanto los gobiernos y los ciudadanos son responsables de que cientos de mascotas no terminen en las calles.
Las autoridades indonesias elevaron hoy, 28 de septiembre de 2017, a 134 000 el número de personas que han sido evacuadas por el peligro de erupción del volcán Agung, en la isla de Bali, el principal destino turístico de Indonesia.
Siete de los nueve perros retenidos de un centro que funcionaba como albergue dieron positivo a la prueba de moquillo. Así lo informó la Agencia Metropolitana de Control (AMC) en una rueda de prensa la mañana de este martes 19 de septiembre de 2017.
El Consulado de Ecuador en Miami estableció medidas de emergencia por el huracán Irma, que pasará por Florida con una categoría de 4 o 5.
Cuidar de decenas de animales rescatados tiene un costo económico, físico y emocional. Así lo reconocen los voluntarios de los refugios de Quito.
Las tiendas de mascotas en Miami se enfrentan al lema de renovarse o cerrar después de que las autoridades municipales aprobaran una ordenanza que prohíbe la venta de gatos y perros suministrados por las "fábricas de cachorros".
El Gobierno de la India se plantea crear refugios para las vacas abandonadas, un animal sagrado en la religión hinduista, con el objetivo de evitar el tráfico de reses en el país, donde a principios de abril un musulmán que transportaba vacas fue linchado por extremistas hindúes.
A un año del terremoto que afectó la Costa ecuatoriana, el pasado 16 de abril de 2016, la Empresa Pública de la Escuela Politécnica Nacional y la Fundación Raíz-Ecuador organizaron un seminario de reflexión y encuentro sobre vivienda emergente en Ecuador.
Nueve meses después del terremoto del 16 de abril, 5 032 personas damnificadas de Manabí y Esmeraldas aún viven en refugios, que fueron levantados en los costados de las vías o en las veredas. Paralelamente, 5 556 personas siguen en los albergues administrados por el Estado.
Tiendas de acampar en las aceras, al lado de covachas armadas con madera y plástico, de las que asoman filas de colchonetas. Ese es el panorama reinante en el barrio María Auxiliadora de Bahía de Caráquez, en la calle que sube al mirador de la Cruz, que es similar a la de cinco puntos en la zona central de la ciudad.
Italia amaneció conmocionada este jueves 27 de octubre del 2016 por el nuevo terremoto que sacudió la víspera por segunda vez el centro de la península, empezó a evaluar los graves daños causados y si bien no ocasionó víctimas cientos de personas se niegan a regresar a sus casas por temor de las réplicas.
Los damnificados por el terremoto que aún viven en refugios informales en Manabí han resistido seis meses a las lluvias, el polvo, las variaciones del clima, la falta de servicios y a los apremios económicos.
Este domingo 24 de abril del 2016 llegó una aeronave procedente de Estados Unidos con ayuda humanitaria con más de 80 toneladas de provisiones que fueron entregadas a la Cruz Roja Ecuatoriana, según un boletín remitido por la Embajada del país norteamericano.
Desde el terremoto del pasado sábado la dinámica cambió en los poblados de El Salto y Pueblo Nuevo, del cantón Muisne. En esas comunas se albergaron 1 500 damnificados de la isla de Muisne. El domingo fue el primer éxodo.
Los habitantes de Jama construyeron refugios provisionales debido a que sus viviendas se destruyeron. Actualmente son atendidos por médicos y voluntarios que han llegado al lugar para apoyar a los niños y adultos.
Mendigos, desocupados y adictos son los apelativos que escuchan las personas que duermen en la vereda de la avenida Gran Colombia y la calle Sodiro, en el centro norte de Quito. Como capullos se recubren con cobijas y cartones para evitar el frío que en la madrugada muerde la piel.
La ruta de los refugios en el volcán Chimborazo es visitada por turistas que aprovechan para disfrutar del paisaje.
El hacinamiento, los problemas lingüísticos o el miedo a no obtener el derecho de asilo están agudizando las tensiones entre migrantes en los centros de acogida de Alemania, donde las autoridades temen incidentes violentos.