La presencia de comerciantes peruanos se redujo en Loja. En el centro comercial Reina de El Cisne, el más grande de la ciudad, pocos vendedores de ese país promocionan su mercadería. Hasta inicios de año su presencia era masiva. Según la peruana Patricia Segarra, de 36 años, la situación económica de su país mejoró. “Muchos de mis amigos comerciantes ya no traen cosas para vender porque les va mejor allá”. Segarra vive en Loja desde hace un año. Está casada con el ecuatoriano Darwin Rodríguez, con quien tiene un hijo. En un local rentado en el centro de Loja se dedica a la venta de artesanías. Eulalia Vélez, de 28 años, llegó la semana pasada a Loja. Ella coincide con Segarra. “La situación en Perú está mejorando, pero la suerte no es para todos y tenemos que salir a buscar la vida en Ecuador”. Ella vende pijamas en los mercados lojanos. Según Vélez, las ventas están bajas. El año pasado su mercadería se terminó en tres días. “Este año muchos compañeros se fueron a otras ciudades de mi
Su particular modo de hablar los identifica en la capital azuaya. Desde el norte de Perú llegaron con el propósito de buscar un trabajo y mejorar su situación económica. Norma Guevara, de 25 años, vive desde hace dos años en Cuenca. “Me aventuré porque no conocía a nadie”. Es oriunda de Rioja-Moyobamba, en la Amazonía peruana. En Cuenca, un amigo le recomendó que buscara trabajo en el restaurante Bigotes, porque su dueño es peruano. Allí empezó a trabajar en la cocina. Su situación económica mejoró porque no gastaba en la comida y su sueldo (no precisó el monto) era bueno y pudo ahorrar. Pese a ello, el sábado 3 de este mes regresó a su país. Su familia y amistades le contaron que la situación económica mejoró en Perú en los últimos años y hay más opciones de encontrar un trabajo. Su objetivo era emplearse en algún centro comercial. Según el Consulado de Perú en Loja, solo en la capital azuaya viven 500 peruanos que legalizaron su permanencia y otros 200 que laboran en condición de ind