Su particular modo de hablar los identifica en la capital azuaya. Desde el norte de Perú llegaron con el propósito de buscar un trabajo y mejorar su situación económica. Norma Guevara, de 25 años, vive desde hace dos años en Cuenca. “Me aventuré porque no conocía a nadie”. Es oriunda de Rioja-Moyobamba, en la Amazonía peruana.
En Cuenca, un amigo le recomendó que buscara trabajo en el restaurante Bigotes, porque su dueño es peruano. Allí empezó a trabajar en la cocina. Su situación económica mejoró porque no gastaba en la comida y su sueldo (no precisó el monto) era bueno y pudo ahorrar.
Pese a ello, el sábado 3 de este mes regresó a su país. Su familia y amistades le contaron que la situación económica mejoró en Perú en los últimos años y hay más opciones de encontrar un trabajo. Su objetivo era emplearse en algún centro comercial.
Según el Consulado de Perú en Loja, solo en la capital azuaya viven 500 peruanos que legalizaron su permanencia y otros 200 que laboran en condición de indocumentados. De la primera cifra, al menos un 5% regresó a su país en los últimos 11 meses, de acuerdo con los registros.
Carmen Alvarado, de la Casa del Migrante de Cuenca, confirma que los peruanos empiezan a retornar. Según la funcionaria, hasta mediados de año atendía un promedio de seis peruanos al día que buscaban realizar algún trámite. Ahora, hay uno en el mejor de los casos. Recibían asesoramiento legal, psicológico, información para regularizarse, inscripción de niños en el Registro Civil… Este año asistieron a 67 peruanos para el proceso de regularización. En el 2010 esa atención se limitó a quienes estaban bajo relación de dependencia.
Adolfo Mondoñedo llegó hace 10 años a la capital azuaya. Por ahora no piensa regresar a Perú porque tiene un restaurante, una furgoneta de turismo y vende ropa. Este migrante reconoce que la situación económica en su país mejoró y lo comprueba cuando viaja cada dos meses. “Antes había zonas donde no existían cultivos y ahora están verdes. También existen más empresas en Lima”.
En la consultora JP Morgan se calcula que la economía peruana será la de mayor crecimiento en Latinoamérica en el 2012.
Por esas razones, dice Mondoñedo, varios de sus amigos prefirieron retornar. Con él coincide Fiorina Fabiola (omite su apellido por seguridad), quien vive desde hace siete años en Cuenca. “La crisis económica se ha superado”.
Pero tampoco regresará porque está casada con un cuencano. Ella se dedica a la venta de antenas para televisores, protectores para teléfonos celulares, pilas…
Su hermano Percy, quien trabajó durante 10 años en la capital azuaya en el área de la construcción, sí se volvió este año. “Él jamás tuvo dinero para ahorrar”. Él ahora trabaja en construcciones en su país y percibe un sueldo de USD 300 al mes. En Cuenca ganaba USD 180 cada mes.
Igual situación ocurrió a la pareja de Jenny S. Ellos llegaron hace siete años desde Chiclayo para laborar en la limpieza de las calles. No obstante, en enero pasado él decidió regresarse porque encontró trabajo en una entidad financiera en limpieza.
Según el presidente la Cámara de la Construcción de Cuenca, Diego Monsalve, no hay una salida masiva de peruanos porque los sueldos son atractivos en Ecuador y su sector no ha sentido una pérdida importante de personal.
Punto de vista Marcelo Vázquez / Analista
‘El dólar sigue cautivando’
Ecuador, al ser un país dolarizado, sigue siendo atractivo para los habitantes de países vecinos como Perú y Colombia. Continúan llegando en busca de trabajo.
También es cierto que hay estabilidad económica en Perú e, incluso, muestra un crecimiento importante en los últimos años. Sin embargo, no creo que la migración de peruanos se haya detenido. En la capital azuaya aún es común ver familias de peruanos dedicadas a varios trabajos.
Hay peruanos que se ocupan en la construcción y las mujeres en quehaceres domésticos, porque el sueldo en dólares todavía es atractivo. Además, en Ecuador hay menos inseguridad y hechos delictivos que en otros países.
Estos factores contribuyen para que nuestro país siga recibiendo a personas de otras naciones, que buscan un sustento económico y en muchos casos se radican.