“Tenemos que hablar”, suelen ser las tres palabras que anteceden a una conversación incómoda. Pues bien: Tenemos que hablar de las ideas de legalidad y de justicia que nos permiten convivir en sociedad. Con lo incómodo, y riesgoso, que pueda resultar es hora de hacernos preguntas sobre esta atmósfera de parajusticia que empieza a materializarse a nombre de distintas causas justas.