La muerte de una joven, de 22 años, al caer de un columpio gigante en El Mirador de Mera, en Pastaza, trajo al debate las seguridades que deben ofrecer este tipo de atractivos turísticos.
Las 905,30 hectáreas de lo que fue una próspera hacienda para el cultivo y procesamiento del té, ahora es un problema jurídico, social y de seguridad aérea para Pastaza y Mera.
Los encantos naturales, los deportes extremos y la convivencia cultural con las comunidades amazónicas se puede realizar en Pastaza y Mera. Los técnicos del Departamento de Turismo de la Prefectura promocionan estos destinos con el apoyo de las comunidades kichwas.