Al principio la veían con recelo. ¿Cómo iba a una mujer a dar indicaciones y a trabajar en las formativas y reservas del Aucas? Sin embargo, la fisioterapeuta Marieta Benalcázar se ha ganado el respeto y el cariño de decenas de jóvenes deportistas que sueñan con algún día ser las estrellas del fútbol ecuatoriano.