Luis Miguel Escalada recibió lo que se estila en cada cumpleaños: un tortazo en la cara. El encargado de estamparte el pastel fue el arquero Marcelo Elizaga, quien sacó provecho de que el ‘Pichu’ se cayó cuando intentó huir. Matías Alustiza y Giovanny Espinoza corrieron detrás de él para dar otro tortazo al jugador, que ayer celebró sus 26 años. Lo mismo hicieron con el volante Luis Congo, ex jugador de Imbabura, otro cumpleañero. Él cumplió 23 años, y como Escalada, salió de la cancha de Carcelén con la cara y el cabello repletos de merengue y masa. Ese festejo de cumpleaños se ha convertido en un ritual entre los jugadores del conjunto azulgrana, que les sirve para relajarse y unir lazos de amistad. En esa celebración todos participan, a excepción del DT Carlos Ischia y de sus asistentes, que tienen una mayor capacidad de escabullirse que Escalada y Congo. Ayer, apenas empezó la carrera por huir del tortazo en el cara, el técnico y sus colegas salieron de la cancha para que el mereng