Las luchas desde hace un año entre los dos poderes rivales en Libia han dejado al país hecho añicos, y las esperanzas que despertó la caída del dictador Muamar Gadafi en el 2011 hace tiempo que desaparecieron. “La situación de Libia no había sido tan grave desde la caída del régimen de Gadafi”, considera Patrick Skinner, analista del grupo de expertos en seguridad Soufan, con sede en Nueva York. Desde hace un año, este país rico en petróleo vive bajo la autoridad de dos gobiernos enemigos enfrentados, cada uno con su parlamento. Uno, reconocido por la comunidad internacional, controla la mayoría de las regiones del este y se estableció en Al Bayda tras huir de la capital, Trípoli, en julio del 2014, y de Misrata, perseguido por una coalición de milicias islamistas. Esta coalición, denominada Fajr Libya, formó otro gobierno en septiembre del 2014 en Trípoli que controla la mayoría de las ciudades occidentales. Según la página web independiente Libya Body count, un año de combates, ataqu