Caminar por la calle y encontrarse con un perro agresivo es atemorizante. En ocasiones, ese miedo tiene una justificación segundos después.
Fue un ataque brutal el registrado hace dos semanas en la Ciudadela México, en el sur. Cinco perros persiguieron a un gato. No importó que el felino haya entrado por el enrejado a una casa, la jauría persistió, lo sacó de un escondite y lo mató. El cuerpo de la presa quedó tendido sobre la calle Chambo. Mishell Noboa, arrendataria de la casa en la que ocurrió el ataque, señaló que la disputa del territorio entre dos manadas de perros es constante.
Una pequeña bola de pelos y pulgas se ganó el corazón de Amine Maissour y su compañera, Danielle Bergman. Ahora recorren Ecuador con Ota, una cachorra de la calle de un mes y medio de nacida.