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Unos 50 000 niños podrían morir de hambre en Sudán del Sur, dice Unicef

Cincuenta mil niños menores de cinco años podrían morir de ahora hasta finales de año en Sudán del Sur a no ser que se obtengan fondos adicionales para comprar comida y alimentarlos, denunció hoy Unicef.

128 personas murieron de hambre en julio pasado en Siria

La ONU dijo hoy, 10 de marzo, que escasean los fondos internacionales para alimentar a las víctimas de la guerra en Siria, pese a que la ración diaria individual para una persona cuesta menos que una taza de café en Europa o Norteamérica.

ONU: Igualdad de género es clave en lucha contra la pobreza

La igualdad de las mujeres es la clave de la lucha contra el hambre y la pobreza en el mundo, dijo hoy, 12 de febrero, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.

Canadá dona USD 10 millones para combatir hambre en Guatemala

Canadá donó USD 10 millones para combatir el hambre en Guatemala, un país donde el 49% de los niños menores de cinco años sufre desnutrición crónica, el porcentaje más alto de Latinoamérica, informó este jueves la sede diplomática.

Siria se volvió sinónimo de hambre

Pan rancio, trigo seco y alguna legumbre es la comida en las mesas de muchos hogares sirios en las zonas cercadas por la guerra, donde más de 200 000 personas viven sin apenas alimentos que llevarse a la boca, agua o electricidad.

Prohibido comer

Tuvieron también sus días de gloria, ellos y ellas. Basta mirar a las modelos de los impresionistas de fines del siglo XIX, mostrando sus gorduras en las afueras de París. O recordar la clásica imagen del buen burgués de vientre prominente, cenando o paseando con sombrero de copa. El asunto era bastante simple: si la inmensa mayoría de la población mundial era flaca por obligación pues se moría de hambre, lo gordo era lo bello, lo opuesto de la miseria, el espejo de la abundancia y el ocio del que disfrutaban quienes no trabajaban físicamente de sol a sol sudando la gota gorda, que era lo único gordo de sus esmirriadas figuras. Salvo los militares, las bailarinas, los suecos, casi nadie se preocupaba de la gimnasia para embellecer. Ni del pérfido colesterol. Hasta los años 50, al jefe de familia, en Manabí, le añadían una cucharada de enjundia al caldo de por sí grasoso de gallina, en un acto que hoy sería visto como intento de asesinato.