El general retirado Ángel Vivas, cuya captura fue ordenada por el presidente Nicolás Maduro tras ser acusado de incitar a la violencia en las protestas que cumplen en Venezuela casi tres semanas, se resistió ayer a ser arrestado. Lo hizo subido en el techo de su residencia (foto).
Vivas, abiertamente opositor al chavismo, denunció en su cuenta de Twitter que elementos uniformados, que no identificó, “atacan mi casa”, localizada en la zona este de Caracas.
De acuerdo con testimonios de vecinos, al mediodía de ayer llegaron hombres uniformados que intentaron entrar al domicilio del militar, quien se subió al techo de su casa para resistir el arresto. Unas dos horas después, los elementos de las fuerzas del orden se retiraron sin arrestarlo.
El oficial retirado ha sido acusado por el sucesor del fallecido Hugo Chávez de “entrenar” a grupos radicales que colocan barricadas en avenidas en el marco de las protestas estudiantiles que sacuden a Venezuela desde hace casi tres semanas y que han dejado 10 muertos en distintos hechos.
Entre las víctimas se cuenta a un hombre que la noche del viernes resultó degollado cuando al pasar a bordo de una motocicleta por uno de los bloques, tropezó con un cable metálico.
“He mandado a detener al general en situación de retiro que llamó a colocar las ‘guayas’ (cables metálicos) y que entrenó a estos fascistas, Ángel Vivas, que lo busquen y lo traigan. ¡Asesinos!”, lanzó Maduro.
Imágenes de medios locales muestran al militar en lo alto de una vivienda con un arma de fuego en sus manos mientras civiles colocaban improvisadas barricadas para impedir el paso de vehículos.
Un abogado del militar declaró a la prensa que la orden de arresto contra Vivas carecía de “legitimidad” porque “no tenía firma válida de un juez” y por ello se retiraron los uniformados.
El general se ha distinguido por sus denuncias de la supuesta penetración de agentes cubanos en las Fuerzas Armadas de Venezuela.
Una marcha chavista
Centenares de chavistas, en su mayoría de la tercera edad, marcharon ayer en el centro de Caracas en apoyo al presidente venezolano Nicolás Maduro, que el sábado enfrentó su mayor concentración opositora tras casi tres semanas de protestas estudiantiles con saldo de 10 muertos.
Vestidos de rojo, el color del chavismo, con banderas de Venezuela y pancartas en apoyo a Maduro y en rechazo a lo que denominan “violencia fascista”, los manifestantes marcharon hacia el Palacio de Miraflores. Allí, el Presidente dijo que las protestas intentan justificar una intervención militar de EE.UU. o que “aparezca un loco y me mate”.