En un ataúd café rodeado de flores blancas reposaban los restos del piloto Francisco González, la tarde de este viernes 3 de octubre del 2014, en una vivienda en el cantón Durán, un provincia de Guayas en Ecuador. Dos fotografías de él, sonriente, reposaban sobre el féretro. En una de ellas aparecía luciendo su uniforme de capitán.