Andrea Siguencie, de 11 años, corre por los alrededores del parque El Tiempo -en el sur de Quito- en medio del ruido de buses que circulan por el sector, en las mañanas.
El sueño empezó hace 26 años, cuando ante la escasa difusión del atletismo en los niños, el profesor Rodrigo Guerra y su esposa Yolanda Quimbita decidieron crear el festival atlético El Chasquisito para impulsar esta afición entre los más pequeños.