El Chasquisito reúne a niños y niñas de 5 años hasta jóvenes de 17. Foto: Archivo / EL COMERCIO
Andrea Siguencie, de 11 años, corre por los alrededores del parque El Tiempo -en el sur de Quito- en medio del ruido de buses que circulan por el sector, en las mañanas.
Otros niños y jóvenes la acompañan habitualmente en su recorrido matutino. Ellos cumplen rutinas específicas de preparación con la guía de los entrenadores Yolanda Quimbita y Rodrigo Guerra.
Ambos son los instructores de la Academia de Atletismo Yolanda Quimbita, que organiza todos los años El Chasquisito, que reúne a niños de 5 años hasta jóvenes de 17.
En la academia se formaron Rosalba Chacha y Jessica Paguay, doble campeona sudamericana juvenil en 5 000 y 10 000 metros. También campeones colegiales de atletismo, como Carlos Villalobos.
La academia cuenta actualmente con 25 integrantes y Siguencie quiere seguir los pasos de Paguay y llegar a representar a Ecuador en el exterior. Sus progenitores Livia Guzmán y Leoncio Siguencie le apoyan en sus propósitos.
“El atletismo es salud y realmente me distrae mucho”, expresa la joven.
Guerra tiene fe en ella. “Tengo un ojo clínico. Andrea tiene mucho talento y si Dios quiere va a dar de qué hablar en el futuro”.
Por ahora, la quiteña y sus jóvenes compañeros se alistan para la 27ª edición de El Chasquisito. En esta ocasión, la competencia será el domingo 9 de junio, una semana después de la QUITO-ÚLTIMAS NOTICIAS 15K. Las inscripciones cuestan USD 10.
En El Chasquisito, se espera a unos 1 500 jóvenes y niños
de todas las provincias del país. Ellos deberán correr entre 1 y 3 kilómetros en un circuito cerrado por la Tribuna del Sur.
En esta carrera, también compitió Diana Landi, ganadora en tres ocasiones de la QUITO-ÚLTIMAS NOTICIAS
Siguencie ganó el año pasado y quiere repetir el éxito. Guerra y Quimbita, quien es su esposa, explican que la corredora y sus compañeros deben cumplir un proceso antes de llegar a ser figuras.
Al inicio, les enseñan ejercicios básicos, que les ayudan en su motricidad y flexibilidad. Posteriormente, les ayudan para que compitan en pruebas de medio fondo.
Así se formó a Paguay, quien estuvo desde los 12 años en la academia. Ahora, con 24 años, la corredora quiere alcanzar la marca para competir en la maratón de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Paguay también suele entrenarse con los jóvenes talentos durante las mañanas. Su padre la inscribió a los 12 años en la academia luego de leer una hoja volante.
Desde entonces, Paguay demostró disciplina y talento. No recuerda las ocasiones que ganó la carrera, pero le tiene mucho aprecio.