El Juez Séptimo de Tránsito dictó prisión preventiva para el chofer del camión que atropelló a Arturo Chicaiza, estudiante del Colegio Jorge Mantilla. Además, dispuso la retención del camión, el retiro de la licencia de conducir y se inició la instrucción fiscal por atropellamiento.
Un ataúd blanco y cuatro veladoras encendidas resguardaban el cuerpo de Arturo Chicaiza, el niño que ayer murió luego de haber sido atropellado en la avenida Simón Bolívar. Esta mañana, la capilla ardiente se mantenía en la casa comunal de la iglesia de El Cisne, en la Lucha de los Pobres, sur de Quito. En bancas de madera y sillas de plástico estaban los familiares y vecinos que acompañaron a Arturo, durante toda la noche, en su último adiós. Arturo Chicaiza Reyes, abuelo del joven y con quien vivía, en medio de su dolor no dejaba de exclamar que ayer, antes de dirigirse al Colegio Jorge Mantilla, su nieto no se despidió con un beso en la mejilla, como siempre lo hacía. “Mi negrito me dio un beso en la boca y se fue”. Una botella de licor y un vaso de agua de canela trataban de calmar el clamor que esta mañana se expandía en la sala donde hasta mañana permanecerá el cuerpo de Arturo, recordado como el más alegre del octavo “D”. A Graciela Coello, abuela de Arturo, las manos no le deja
El Colegio Nacional Mixto Jorge Mantilla Ortega celebró, en días pasados, el XXV aniversario de su fundación, con una sesión solemne, que se realizó en el Consejo Provincial de Pichincha.