Cáscaras de cebolla, habas y maíz estaban en el ingreso de la cocina de Rosa Tixilema, que funciona en una de las pocas chozas que aún se conservan en el pueblo Chibuleo, ubicado a 30 minutos de Ambato.
Los sabios del pueblo Chibuleo realizan sus rituales sagrados en tres lugares, ubicados en el sur de Ambato. Los sitios de sanación se ubican en la cima de tres lomas denominadas Pillahua, Pucará y Cóndor Jaka.
Un sacerdote y tres jóvenes de la comunidad Chibuleo, en Tungurahua, hablan de sus costumbres, tradiciones y fiestas en la radio.
Las gráficas que los artesanos plasman en el tejido de las chumbis hablan de la naturaleza, la flora, la fauna, la vida cotidiana, las fiestas ancestrales, la cosmovisión y su historia. También, se puede identificar si una persona es soltera, casada o viuda.
Pese a que Fanny Tixilema no nació en una comunidad indígena, ella habla kichwa como cualquier persona de Chibuleo, Quisapincha o Salasaka. Es la abanderada de la Unidad Educativa del Milenio de Chibuleo, en Tungurahua, la primera institución convertida en ‘guardiana de la lengua’.
La confección de los ponchos que identifican a los habitantes de las comunidades indígenas Salasaca y Chibuleo, en Tungurahua, está en las manos de los últimos siete artesanos. Ellos mantienen la tradición de tejer por más de 150 años.
En San Antonio de Chibuleo, artesanos locales dedican su tiempo a confeccionar sombreros para las comunidades indígenas.