Muchos hablan de un “centro político” o “tercera vía” como alternativa para solucionar los graves problemas que aquejan a las colectividades y como rechazo a los extremismos de “derecha” e “izquierda” y a los unilateralismos. Pero tan interesante propuesta pierde objetividad al considerar a ese ideal “milagro político-geométrico” como un punto medio entre el capitalismo y el socialismo, sustentado por un sistema de “economía mixta”, ya que, en la práctica, todos los países han tenido y tienen sistemas económicos mixtos - donde conviven elementos de economía planificada y de mercado- sin que sus problemas se hayan apaciguado.