Los balnearios fueron la opción preferida por quienes se quedaron este feriado en la capital. Desde las 10:00 hasta las 16:00, grandes y chicos se divirtieron en las piscinas municipales que ofrecieron sus servicios gratuitamente desde el sábado 29 de abril hasta el lunes 1 de mayo. las familias pudieron relajarse en el agua y pasar un momento junto a los más pequeños del hogar, que fueron quienes más disfrutaron de estos espacios.
Los parques acuáticos y balnearios de Guayaquil, como el de la ciudadela Sauces 6, en el norte de la ciudad y Coviem y Puerto Lisa (en Venezuela y la Octava), en el sur, estuvieron llenos de bañistas desde tempranas horas de este sábado 29 de abril del 2017.
Desde las 12:00 de mañana del viernes 24 de febrero de 2017 arranca el operativo del Municipio por el feriado de Carnaval 2017. El Cabildo movilizará a 5937 funcionarios para controlar las vías, terminales terrestres y puntos de concurrencia masiva.
Son las 09:00 del viernes 12 de agosto del 2016, día de feriado en Ecuador. Un bus interparroquial se detiene en la vía Intervalles, frente a Cununyacu. Se bajan casi todos los ocupantes; llevan en sus manos canastas, boyas y toallas. El descenso hasta el balneario es casi una carrera. Ese día la entrada es gratuita, informan los guardias del lugar, y la alegría de los bañistas aumenta. Diego Estrella es uno de ellos. Asistió con su madre, esposa e hijos ; antes de culminar las gradas, apurado, se quitó la camiseta y su madre, un tanto molesta, le dijo que las piscinas no se van a ningún lado. Desde el aire no se distingue a niños de adultos entre los bañistas de Cununyacu. Pasa lo mismo en El Tingo, La Moya o La Merced, los más solicitados balnearios municipales del Distrito. Hay personas que se reúnen para conversar. Otras fungen de profesores de natación. Y no falta el incómodo que salpica a todos y el valeroso clavadista que busca impresionar. Fotos y texto: Vicente Costales (I)
Desde tempranas horas de la mañana de este 13 de agosto del 2016, miles de personas acudieron a los balnearios municipales para disfrutar de horas de descanso, naturaleza y por supuesto de las piscinas, gratuitas durante este feriado por disposición del alcalde Mauricio Rodas.
Caminar, nadar, montar a caballo… Hay varias opciones para aquellas personas que en este feriado no desean realizar largos viajes y prefieren quedarse en la capital. Una alternativa es visitar en familia los balnearios municipales que durante los tres días de descanso no cobrarán entrada.
La fila de personas que esperaban para ingresar al balneario municipal El Tingo, en el valle de Los Chillos, doblaba la cuadra, a las 10:00, de este sábado 4 de abril.
Los parques, los balnearios y otros espacios del Distrito Metropolitano de Quito tuvieron gran acogida en los dos últimos días de vacaciones escolares (sábado 21 y domingo 22 de febrero). Las familias, grupos de amigos y parejas acudieron a lugares como el balneario de El Tingo, el parque Cumandá, entre otros, para divertirse.
La familia Valeriano Guaranda llegó a la laguna artificial de la Coviem, a las 09:30, media hora antes de la apertura. La espera en una fila de más de 100 personas hasta el ingreso al balneario artificial valió la pena, pues disfrutaron de la playa simulada, en el sur de Guayaquil, en las horas de menor concurrencia de la piscina, con capacidad para 3 500 personas.
La alerta naranja decretada el pasado 20 de octubre, en las parroquias de Tufiño y Maldonado, a 18 y 64 km de Tulcán, en el norte del Ecuador, cumple hoy, 9 de diciembre, 50 días. Pese a la actividad sísmica ha reducido, el sector turístico sigue siendo el más afectado.
Quienes optaron por permanecer en la ciudad durante el feriado de Semana Santa encontraron en parques y balnearios una opción para pasar en familia.
El arribo de turistas al balneario de Salinas no fue el esperado este sábado 19 de abril. Aunque los bañistas copaban sectores específicos de la playa, desde temprano en la mañana, en general el lugar lucía despejado. "Esperábamos más gente, de pronto vengan mañana", contó Carlos Perea, dueño de uno de los 10 botes inflables en forma de banana que permanecían a lo largo del malecón del balneario.