Cada verano florecen en Quito coloridos arupos que adornan calles, avenidas, plazas y viviendas. Estos árboles son nativos de Ecuador y Perú. Llegan a medir entre seis y ocho metros de altura. Entre los más conocidos se puede apreciar los rosados pero también hay blancos y otros casi rojos. Pierden todas sus hojas y lucen como un “pompón gigante” los meses de julio y agosto, según el Jardín Botánico de Quito.
La reforestación, en el costado noroccidental del Parque Metropolitano Guangüiltagua, se realizó entre las 08:00 y 12:00 del sábado 6 de julio de 2019 y participaron 500 personas, entre funcionarios municipales y particulares.
La jornada Sembrando Futuro reunió a adultos, niños y adolescentes quienes tenían un objetivo: sembrar 13 500 especies para conservar el páramo y con ello el agua. Se trata de una actividad realizada por la Fundación Scouts del Ecuador en coordinación con el Fondo para la Protección del Agua (Fonag).
El aroma que despiden los árboles de marco, quishuar, yagual, aliso y otras variedades de árboles nativos se percibe desde el ingreso al bosque recuperado de la parroquia San Francisco de Quito, en Colta.
Un total de 293 árboles serán plantados en el Parque Bicentenario en compensación a los 44 que fueron talados durante la construcción de la Plataforma Gubernamental Financiera, ubicada en la avenida Amazonas, entre las calles Unión Nacional de Periodistas, Japón y Villalengua, en el norte de Quito.