Fotografía de archivo fechada el domingo 20 de abril de 2014 que muestra al alcalde mayor de Caracas, Antonio Ledezma, durante una marcha convocada por los estudiantes opositores en el municipio Chacao, en Caracas (Venezuela). Foto: EFE
‘#Liberen a Ledezma’
“Me despedí de mi papá el 2 de enero como se hizo costumbre para todos los hijos venezolanos que nos tocó partir como coloquialmente se dice: “Con el corazón en las manos” y ese miedo que nosotros los venezolanos conocemos muy bien que nos invade de dudas e incertidumbre con preguntas como, “¿Cuándo te voy a volver a ver?, “¿Me prometes que te vas a cuidar?”, “No estés saliendo si no lo tienes que hacer”.
Viéndome a los ojos hinchados de llorar me prometió que nos reencontraríamos pronto, aunque muy dentro de mi sabía que ese pronto se convertiría en largos meses jamás pensé que sería la última vez que abrazaría a mi padre en libertad.
Tal es su compromiso, que cuando cruelmente Chávez, no le quiso dar los recursos para pagarle a más de miles de trabajadores, inició a sus 54 años de edad, una huelga de hambre en la sede de la OEA de Caracas, exigiendo por los derechos de esas miles de personas privadas de su sueldo.
Mi padre fue llevado de su oficina de una manera violenta, y durante horas fuimos sometidos al terror psicológico de no dejarnos saber su ubicación y su estado de salud física y mental (…) Esto es parte de su lucha y el compromiso que él tiene con Venezuela. Y hoy, ese compromiso, se hace mío también (…)
Hoy quiero dirigirme a todo aquel que tenga un padre, una madre, hermanos o hermanas, que me ayuden y se conviertan, junto a mí, en la voz de mi padre. Es nuestro turno para salir a la calle y demostrarle a este gobierno que Ledezma, Leopoldo, Ceballos y ningún preso político está solo. Demostrar que el pueblo venezolano es bravo y se respeta (…) #Liberenaledezma”.