Diseño y alimentos crean un vínculo

Mela Lía Alemán trabajó con cinco comunidades  de Apuela en Cotacachi para rescatar su economía como apicultores y promover la miel local.

Mela Lía Alemán trabajó con cinco comunidades de Apuela en Cotacachi para rescatar su economía como apicultores y promover la miel local.

Lía Alemán trabajó con cinco comunidades de Apuela en Cotacachi para rescatar su economía como apicultores y promover la miel local. Foto: Cortesía

El ‘Food Design’ es una disciplina emergente. El término, que en español se traduce como ‘Diseño Alimentario’, fue acuñado en el 2002 como parte de un manifiesto en Italia, pero el desarrollo de proyectos que buscan mejorar la relación de las personas con la comida es tan antiguo como la humanidad mismo.

En los últimos años ha resurgido la tendencia, según Gabriela Valarezo, coordinadora de Nodo Ecuador de la Red Latinoamericana de Food Design, se ha dado porque hay nuevas interacciones con la comida. “La gente presta más atención a lo que consume”, dice. En ese sentido, comenta Valarezo, el ‘Food Design’ busca dar soluciones a problemáticas sociales relacionadas a la alimentación.

Un caso emblemático que refleja la labor del ‘Food Design’ es el ‘absorb plate’, un plato absorbente creado en Tailandia como parte de una campaña de salud pública por el alto consumo de grasa. La empresa publicitaria BBDO creó un plato que absorbe hasta 7 ml de grasa por comida.

Este ejemplo, además, muestra otro de los ejes del diseño alimentario que es ‘transdisciplinar’ los espacios. En el ‘Food Design’ no solo trabajan diseñadores, sino también chefs, nutricionistas, ingenieros, publicistas, entre otras ramas que aportan con soluciones.

El ‘Food Design’ tiene varias categorías como diseños con comida, diseño de productos alimenticios, diseño para alimentos o inspirados en alimentos, para espacios de comida o platillos, entre otras áreas. Entre los diseños para alimentos existe el ‘empaque’. Lía Alemán, diseñadora gráfica, trabajó un empaque de miel con cinco comunidades de Cotacachi en el proyecto Mela.

Alemán indica que las comunidades han peleado por varios años para mantener sus tierras y evitar la minería. A través de la producción de miel, las familias buscan sustentabilidad. El empaque de esta marca resaltó la identidad de cada comunidad en las etiquetas, y contó con ilustraciones que muestran los bosques nublados que protegen las comunidades. Así se creó un producto que, a través de su imagen, proyecta el trabajo que está detrás del mismo.

En México, la diseñadora Victoria Molina ha intentado rescatar las tortillas tradicionales cuya producción se ha desplazado por la comida procesada. En este caso, el alimento es la materia prima para crear platos. Los totopos eliminan el uso de plásticos y se convierten en un envase comestible.

Los estudiantes de diseño de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) realizarán una exposición de proyectos dedicados a la alimentación este 3 de mayo a las 19:00, en el centro de educación superior.

Cristian Mogrovejo, profesor de diseño comunicacional, explica que se escogió el ‘Food Design’ porque ven a la alimentación como “uno de los problemas menos entendidos”. Problemas en los que ahora el diseño entra en acción para aportar soluciones.

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