Tres años después del terremoto la reconstrucción sigue en Manabí
Terremoto

El terremoto del 7.8 grados en la escala de Richter que ocurrió el 16 de abril del 2016 dejó 663 fallecidos, 6 274
heridos, 12 desaparecidos, cerca de 80 000 desplazados y más de 30 000 casas y edificios afectados o totalmente
destruidos. Manabí, la provincia que alberga al lugar del epicentro (Pedernales) sufrió los daños más graves. Esmeraldas
también resultó afectada.
Tres años después de este evento que conmocionó al país, se han invertido USD 1 351 millones para diferentes trabajos de
reconstrucción. 621 proyectos ya han finalizado aunque hay tareas pendientes como la reactivación productiva y la
cobertura de servicios básicos.
Hoy (2019) los manabitas conviven con terrenos vacíos - que no han sido del todo remodelados-, donde alguna vez
existieron construcciones de las que solo quedan fotografías y recuerdos.
Pedernales


Pedernales fue el epicentro del terremoto del 16 de abril del 2016. 364 edificaciones se afectaron con el movimiento
telúrico y las réplicas posteriores. 40 hoteles colapsaron y en estos tres años, 30 están de pie nuevamente.
Entre los edificios dañados estuvo el edificio municipal, que aún no se reconstruye. Los trabajadores municipales han
trabajado en contenedores y ahora en el segundo piso del centro comercial Pedernal.
Desde el terremoto se ha trabajado en la reconstrucción del sistema de agua potable, costó USD 24 millones; un muelle
pesquero en Cojimiés, con una inversión de USD 4,5 millones; un terminal terrestre, USD 2 millones; el centro comercial
Pedernal, que costó USD 23 millones.
Jama


En Jama la reconstrucción del parque central motivó a que los negocios volvieran a abrir. En este cantón, ubicado al
norte de Manabí, al menos 4 000 personas se afectaron con el sismo. Durante casi seis meses, los habitantes que en su
mayoría se dedican a la pesca y sus derivados, no podían ir al mar por temor a otro terremoto. En la actualidad han
retomado la faena en el mar y con eso han levantado sus casas en la ciudad.
En este poblado se reconstruyó el sistema de agua potable, se construyó una escuela del milenio, se arregló el puente
sobre el río Jama, en la arteria principal, se hicieron trabajos para dotar de energía al cantón, entre otros.
El Matal


El Matal, es un recinto de Jama que cuenta con una playa y también se han instalado camaroneras, donde trabajan los
lugareños. En esta zona se instaló un conjunto habitacional llamado El Matal, ahí viven más de 100 personas. En total 2
600 han recibido viviendas o bonos en Jama.
Bahía de Caráquez (Sucre)


En esta ciudad se han realizado 39 obras, entre reparaciones de escuelas, centros de educación infantil, agua potable,
alcantarillado sanitario, tres reasentamientos, la preparación 992 viviendas, entre otras.
Sin embargo, aún 10 familias viven en carpas, en zonas de riesgo, en el barrio Pedro Fermín Cevallos. Además se deben
concluir las obras del soterramiento del cableado eléctrico.
Portoviejo


En Portoviejo se reconstruyó el centro histórico, en 11 manzanas y que tuvo una inversión de USD 11,6 millones, que se
obtuvieron de un crédito del Banco de Desarrollo del Ecuador. La segunda fase del proyecto de regeneración urbana comprende a 9 manzanas (polígono de las calles 18 de Octubre, Pedro
Gual, Olmedo y Sucre) y tendrá una inversión de USD 9,5 millones.
También se construyó el parque Las Vegas, de 11 hectáreas, y que tuvo un costo de USD 11,5 millones.
En vivienda se construyeron 694 casas en terreno propio, se repararon 1 578 viviendas y el proyecto habitacional en el
Reasentamiento “El Guabito”, con 400 casas aproximadamente.
Manta


En Manta, la zona más afectada fue la parroquia Tarqui, en la que sus habitantes se dedicaban al comercio, la pesca y el
turismo. Esta zona ha tenido retrasos en la entrega de obras como el soterramiento del cableado eléctrico y telefónico.
En este cantón se construyeron 2 456 casas en terreno propio y se repararon 3 734 viviendas.
Entre las obras que se están construyendo está el aeropuerto de Manta, que tuvo graves afectaciones. La obra tiene un
costo de USD 20 millones. En la actualidad, solo funciona un hangar en el que opera con 25 vuelos regulares a la semana
de las aerolíneas Avianca y Tame.
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