Hace exactamente seis meses escribimos de la necesidad de acelerar decisiones de producción petrolera, puesto que los viejos campos tradicionales tienen una alta tasa de declinación.
Sin decisiones oportunas es harto difícil que se cumpla con las expectativas de las autoridades, tal como constan en la programación cuatrianual del Presupuesto 2014, de llegar a 216 millones de barriles de producción fiscalizada en 2016 y 227 mil en 2017.
La producción de los últimos 12 meses es de 200 millones de barriles: se pretende aumentar la producción en un acumulado de 13,5% en dos años y medio.
Las decisiones a tomarse son de tres tipos:
-Invertir en técnicas de punta para incorporar reservas de los campos maduros pero que no son recuperables con las técnicas actuales.
-Desarrollar campos conocidos pero sin explotar, por haber estado lejos de la infraestructura cuando se los descubrió, o por tener crudo demasiado pesado.
-Explorar el territorio nacional potencialmente hidrocarburífero: la Amazonía integral, golfo de Guayaquil y la Costa.
La primera de estas tres acciones arrojaría resultados inmediatos. Se convocó a un concurso para contratos de servicios en los campos maduros. Ya venció el plazo pero aún no se anuncian las empresas adjudicatarias, de haberlas.
En la segunda acción, hay una buena nueva: AGIP anunció que encontró crudo en Oglan 2, con reservas in situ de 300 millones de barriles y una producción potencial de 2 mil barriles diarios de crudo de 16 grados API, o sea 4 grados más liviano que el del pozo Oglan 1 con 574 millones de reservas descubierto por Anglo en 1972. La buena nueva no es tanto el pozo, puesto que se descubrió el yacimiento hace 40 años, sino que AGIP decidió desarrollarlo. Suponemos que AGIP mezclará el crudo de Oglan con el de su campo Villano, donde produce 12 500 barriles diarios de 21°. Los 2 000 barriles diarios son de solo un pozo, y es de suponer que con más pozos AGIP podría producir tanto crudo en Oglan como en Villano, y duplicar su producción a 25 mil barriles diarios de unos 18° API.
En cuanto al tercer tipo de acciones, la única nueva es que la chilena ENAP liderará la exploración del bloque 28 en el piedemonte; la empresa estatal de Bielorrusia tendrá participación minoritaria y por supuesto estará Petroamazonas. No se concreta nada en el Suroriente.
Respecto a los dos grandes bloques con reservas probadas de crudo muy pesado, ITT y Pungarayacu, no hay nada definitivo sobre los servicios de cuales empresas se contratarán para que inviertan y los desarrollen. Hasta entonces, no hay cómo poner plazos para su incorporación a la producción.
Más celeridad pedimos en la columna del primero de abril, y lo mismo decimos hoy.