Gonzalo Ruiz Álvarez
El Gobierno llega al primer año de su cuatrienio de puntillas. Con el Gabinete con sus barbas en remojo y temas pendientes en economía, seguridad y cirugía…
Hace un año, a estas alturas y luego del polémico resultado electoral, el país no imaginaba el giro de los acontecimientos.
Jorge Glas, era vicepresidente, José Serrano, presidente de la Asamblea Nacional, Carlos Baca, fiscal General de la Nación, Carlos Pólit, el contralor. La lista continúa con los altos cargos en prisión o prófugos.
De alguna manera la cirugía mayor funcionó aunque por obra de las circunstancias y por ciertas determinaciones de autoridades de distintos organismos hoy luzca detenida. Y haya que volver a empezar.
En algo de eso se encuentra el Fiscal encargado, pero el cúmulo de expedientes debe ser gigantesco y la determinación de prioridades es asunto clave.
En el orden político la Consulta Popular dio respiro y delegó al Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (transitorio) algo del prestigio que nunca antes tuvo ya que la revolución ciudadana castró de forma deliberada y antes controló su origen. Cedatos confiere al CPCCS y a su presidente, Julio César Trujillo, más del 60% de aceptación aunque hay focos de resistencia enquistados en el viejo poder.
La gran factura pendiente del Gobierno está en la economía. Parece que no hubiera conciencia de que mes a mes hay que pagar sueldos, que con la recuperación del precio del petróleo y las recaudaciones tributarias no alcanza, que el déficit de más de USD 7 000 millones es insostenible y que con el solo anuncio de un plan, cuyas reformas legales fundamentales no aterrizan en la Asamblea no se atenúa nada.
Hay que buscar ingresos, atraer la inversión y no ahuyentarla, cumplir con la palabra empeñada con los sectores productivos y preocuparse de la deflación que, según los entendidos, no sostiene la aspiración y proyección de crecimiento del Banco Central para el 2018. Y lo crucial: las fuentes de trabajo, un desempleo que es el síntoma y un subempleo demasiado alto revelan una enfermedad socioeconómica de fondo. Atacarla es urgente.
Clikc Report de mayo da varias pistas útiles. Preguntados los encuestados sobre el principal problema del momento, la gente menciona al desempleo con el 29.9%, la mala situación económica el 21.4%, la delincuencia y la inseguridad con el 17.1%, la corrupción con el 10.5%, el tráfico de drogas con el 9.5%, el terrorismo con el, 8.4% y la migración extranjera con el 2.9%.
Estas líneas maestras debieran orientar los cambios de gabinete de los próximos días. En el Gobierno y en el equipo ministerial hay todavía mucho músculo que viene del anterior régimen- como era obvio, de allí su nacimiento – pero el 24 de mayo puede ser una fecha que marque un corte definitivo hacia nuevos horizontes, mientras lo peor del pasado inmediato se quede en el insulto, en la guerra sucia con su ejército de trolls, apostando al fracaso del sucesor.