En las actuales circunstancias, la variable clave a monitorear en la economía es la liquidez. Y dentro de ese gran capítulo, el ítem esencial es el atinente a los depósitos a la vista, de ahorro y a plazo.
El saldo que esas cuentas registren durante los próximos meses determinará, en última instancia, la suerte que correrá la economía ecuatoriana en este año. ¿Por qué?
Porque esos depósitos constituyen una suerte de flujo sanguíneo que lleva al organismo productivo el oxígeno que necesita para continuar ofreciendo bienes y servicios y demandando empleo. En la medida que aquellas cuentas reporten saldos importantes –y, ojalá, crecientes– ese organismo productivo, del cual todos somos parte, tendrá recursos suficientes para consumir e invertir lo que sea necesario, para capear la crisis que sufrimos.
¿Cuál es el estado de aquellas cuentas?
Según las últimas cifras disponibles, los depósitos totales en enero prácticamente no han variado con respecto a diciembre, pues registran un incremento de 0,19%, según indica el sitio web de la Asociación de Bancos Privados.
Con relación a enero de 2015, los depósitos totales sí registran una caída importante de -9,8%. El rubro que explica la mayor parte de esa caída es el descenso de los depósitos a la vista que registraron una disminución cercana a -15% anual. Como hemos dicho en ocasiones anteriores, este fenómeno se explica porque los agentes económicos han optado por aumentar su tenencia de billetes por la incertidumbre que existe en el país ante la ausencia de un plan económico integral para sortear la crisis.
Además del gremio bancario, el Boletín Monetario Semanal que publica el Banco Central es otra fuente importante de consulta.
Dentro de ese documento, la página IMS1.1 es la más relevante. Allí no solo constan los saldos de los depósitos a la vista y de ahorro y plazo –estos dos últimos rubros representan más del 90% del cuasidinero– sino también el desempeño de los multiplicadores, que son índices que entregan información clave sobre la preferencia de los agentes por dinero en efectivo.
En enero de 2016, la preferencia por liquidez –es decir las especies monetarias más la caja de los bancos divididas para los depósitos a la vista– es de 1,84 veces. En enero de 2015 ese cociente era de 1,27 veces. Esto significa que los agentes de la economía prefieren tener su dinero en billetes antes que en depósitos a la vista en una proporción de casi 2 a 1.
Es importante diferenciar la cifra de depósitos a la vista de la página IMS1.1 de la que consta en la página IMS1. En esta última, el saldo de esos depósitos es mucho mayor porque incluye los depósitos del Banco Central.
Lo correcto es seguir los saldos que constan en el apartado IMS1.1 porque de esos rubros las mismas autoridades proceden a calcular la oferta monetaria, la liquidez total y los multiplicadores.