La energÃa hidroeléctrica ya no es segura, renovable y barata, de hecho, es la más inestable de todas y su costo se multiplica por los cientos de millones que causan los cortes de energÃa. El ministerio respectivo, junto al de medio ambiente, frenan nuevas inversiones y el desarrollo de otras energÃas alternativas, como la geotérmica.
El sistema interconectado es una prisión para el consumidor y fuente de millonarias ganancias para los importadores de combustibles. Es el momento de usar verdaderas energÃas alternativas, como la solar, la eólica y la geotérmica, que deberÃa ser muy importante en un paÃs con un cinturón volcánico, y dado que Norteamérica es el principal productor mundial, la tecnologÃa está a la mano. Solo en tres proyectos: Tufiño, Chachimbiro y Chalupas, podrÃamos generar 3.000 MV a menor costo que la hidroinestable.
Los apagones crean pérdidas millonarias en Baños de Agua Santa, donde cientos de hoteles y restaurantes duplican costos para mantener la calidad de los alimentos para los 1,5 m de turistas que nos visitan. La mayorÃa de atracciones no paralizan su atención al público con base en generadores que consumen hidrocarburos; y sufrimos los cortes a pesar de tener hidroeléctrica propia.
En Baños podemos alcanzar la independencia energética a través de la energÃa geotermal del volcán Tungurahua. También tenemos excelentes vientos de alta densidad para abastecernos de energÃa eólica. Muchas hosterÃas y atracciones podrÃan autoabastecerse de energÃa.
Un Baños de energÃas verdes crearÃa nuevas atracciones y serÃamos una ciudad 100% sostenible, con cero huellas de carbono, con soluciones energéticas estables y confiables, incluyendo a la población local en nuevos proyectos energéticos, creando micro redes que nos garanticen energÃa segura.
Muchas otras ciudades de Ecuador con recursos similares, podrÃan alcanzar la autonomÃa energética con energÃas verdes, donde hogares, comunidades y empresas generen para autoconsumo y los excedentes vendan al sistema interconectado, como se hace en Inglaterra.
Armar este cambio energético exige al gobierno nacional, la creación de incentivos, fuentes de financiamiento, capacitación, implementación de prácticas eficientes en hogares y empresas, fomentar el abaratamiento energético y alentar el crecimiento económico, cobrando menos al que más consume, premiando el desarrollo.
Creer que el agua es una fuente de energÃa confiable, es buscar al ahogado rÃo arriba. Es momento de implementar la independencia territorial a través de energÃas alternativas propias de cada entorno y sumarse a los paÃses que trabajan por frenar el calentamiento global, lo que implica que existen las tecnologÃas, el know-how y el mercado.