Tabaré Vázquez, con sorpresa
Cuando faltan tres meses para asumir, y apenas a dos días de haber sido elegido, el futuro Presidente uruguayo ya anunció su gabinete. Si bien Tabaré Vázquez acostumbra dar golpes de efecto sorpresivos, nadie esperaba un anuncio tan pronto ni tan completo; ni siquiera sus correligionarios del Frente Amplio.
No hay nombres nuevos en la lista y el promedio de edad es bastante alto. Claro que para un Presidente que asumirá con 75 años, buena parte de la dirigencia es necesariamente joven. Al menos más que él.
Vázquez presentó un hecho consumado e irreversible. Mientras los grupos que conforman el complicado entramado del Frente Amplio se preparaban para tener sus reuniones privadas para presionarlo y proponerle nombres, el Presidente electo se descolgó con la lista completa. Hasta el sector que integra el actual presidente, José Mujica, fue tomado por sorpresa y no pudo disimular su malestar. Su gabinete estará conformado, para usar una imagen bíblica, “a su imagen y semejanza”. Se trata de un conjunto homogéneo y -dentro de lo que es la izquierda- moderadamente conservador.
Si bien los dos gobiernos previos, ambos de signo frenteamplista y uno de ellos presidido por el propio Vázquez, no fueron “populistas” en el sentido en que se define a otros gobiernos de la región, simpatizaron con algunos de ellos y por escasos momentos tuvieron sus tenues parecidos.
Ambos gobiernos frentistas (el de Vázquez y el de Mujica,) desarrollaron políticas sociales asistencialistas con efectos clientelísticos. Y si bien no fueron ortodoxos rigurosos en lo económico, no se dejaron tentar por medidas como las de Argentina, que hubieran llevado al país a una crisis sin motivos. No se hicieron estropicios.
En política exterior, Mujica se acercó más a la línea bolivariana. Pero mantuvo una cordial relación con Estados Unidos, al igual que Vázquez antes. Sin embargo, en un país con tradición proisraelí, marcó su clara preferencia por los palestinos. Es probable, a estar por lo realizado en su primer período, que Vázquez sea más equidistante.
Si bien los sectores del Frente Amplio están representados en el futuro gabinete, no lo están de modo proporcional a los votos obtenidos. Vázquez aprendió la lección de su primera gestión, cuando para canciller designó a un notorio dirigente socialista cuyas ideas iban a contrapelo de las del Presidente. Ese error no se cometió en esta oportunidad. Rodolfo Nin Novoa, un hombre cercano a Vázquez que fue su vicepresidente en 2005, será el nuevo canciller.
Es probable que Vázquez reitere su estrategia. En el pasado tuvo gestos (hacia Castro y hacia Chávez) que fueron un “saludo a la bandera” dedicado a las simpatías populistas de la militancia uruguaya. Pero en el fondo desconfió de ambos y fue más equilibrado.
Todo indica que, pese a que no siempre coincidirá con su bancada, prefiere gobernar con gente en la que confía y que le dará las “certezas” (como su lema de campaña) para actuar con prudencia y autoridad.