El título puede parecer raro, pero no lo es. Según las investigaciones de Agustín Laje, en “La generación idiota: una crítica al adolescentrismo”, Harper Collins México, 2023, las categorías etarias están, paradójicamente, desactualizadas.
El autor se refiere a los nativos digitales, a los millenials, baby boomers o X, Y, Z. Laje explica que los cortes temporales no dicen nada interesante porque resultan demasiado obvios. Esta supuesta confusión se supera con la identificación del idiotismo como principio homogeneizador de la cultura, que está marcando a la sociedad adolescente en ciernes.
No se trata de un insulto, agravio o algo por el estilo, sino de una categoría sociológica, que expresa el signo de una meta generación propia de la posmodernidad. Su postura es polémica, pero digna de análisis profundos, con independencia de nuestros principios, experiencias, prejuicios y conocimientos.
Agustín Laje es un académico de prestigio, politólogo, investigador y conferencista en varios países, incluido el Ecuador. En mi concepto, Laje es irreverente y transgresor; provoca un pensamiento diferente y replantea el mundo que vivimos desde visiones vanguardistas mediante una propuesta: la sociedad adolescente.
“La generación idiota es una transgeneración degenerada”, expresa Laje. Y añade: “Si bien el modelo de esa transgeneración es la adolescencia, hoy todos podemos ser adolescentes, de la manera que todos podemos ser mujeres o que todos podemos ser hombres…” En otros términos, según Laje, “la generación idiota es el núcleo de la sociedad adolescente. No más gerontocracias. Fin a los adultocentrismos: el adolescente gobernará desde ahora nuestro mundo”.
Su discurso cuestiona el poder decadente de los adultos en el siglo XXI, y las nuevas tendencias de la era posmoderna, asumidas por los adolescentes, signadas por la pérdida de sentido -“el desierto avanza sin freno”-, en aras de la dominación emergente -la frivolidad-, que implica un recambio de significaciones -“batallas culturales”-, y el nacimiento de un nuevo poder -el “mimético”-, que detenta y desarrolla una nueva sociedad -la adolescente- denominado metaverso.
Para ello, Laje pone el dedo en la llaga: “Nuestra educación funciona como el más burdo de los adoctrinamientos”. Y propone una educación radical, para superar, en su opinión, el “Estado niñera, creado para cubrir nuestras necesidades y disciplinarnos, y saciar y estimular nuestros deseos y vigilar nuestra felicidad”.
¡Les invito a leer y disfrutar este excelente libro vanguardista!