Quito, 25 de noviembre de 2018/ San Judas Tadeo, Apóstol de los Casos Desesperados / Vía Láctea, entre Espiral 305 y Estrella 250 mil.
Querido San Judas Tadeo: El grupo ciudadano Los Tadeos se puso de acuerdo para pedirte que nos ayudes en tres casos extremos. Si lo haces, te ofrecemos construir una capilla en un gran almacén.
Primer caso: La evolución del género humano avanza a todo full. La inteligencia artificial es un hecho; los robots, una amenaza. Tú, San Judas y nosotros pertenecemos al género Homo y a la especie Sapiens. Los sabios de este mundo anuncian un próximo salto cualitativo para el género homo: el Homo Deus. Los con dinero suficiente darán el salto y serán Hombre Dios. Los sin dinero suficiente se quedarán Homo Sapiens solamente. En otras palabras y para que entiendas bien: los Homo Deus serán los únicos hombres verdaderos. Los solo Homo Sapiens seremos por comparación y respecto de los Deus como chimpancés con pantalón y guayabera. Seremos una mayoría sin derecho al voto. Por favor, ruega al Todopoderoso que destruya tanta soberbia y se salven los humildes gorriones de la tierra.
Segundo caso: El mundo de hoy son cables que se entrecruzan y conectan. Por ejemplo, el cambio climático dejó sin lluvias a una gran zona de África. Se acabó la agricultura. Vino la hambruna. Hubo que irse. La tecnología les dio el teléfono celular. Se conectan con mafias. “Los llevamos a Europa por tantos euros”. Para pagar venden casas y animales. Se tejen, pues, San Judas, el cambio climático, la tecnología, el tráfico ilegal, la venta de las pertenencias de la gente que busca sobrevivir. Unos se ahogan. Otros llegan. Los nacionalistas los tratan como peste negra. “¿Los recibo o no los recibo?, that is the question”. Por favor, San Judas, pide al Misericordioso que destruya todos los celulares y todos los nacionalismos. Y ojalá, también, que llueva café en el campo.
Tercer caso: En China conviven mezclados el capitalismo estatal, las religiones tradicionales, el budismo, taoísmo y confucianismo. La identidad china es trabajar colectivamente. El individualismo, una aberración, Hoy su tecnología es tan avanzada como la de Occidente y, tal vez, mucho más. Copiar e imitar es un culto a quien se copia, la propiedad intelectual, no pertenece a su cultura. Gran ventaja. De esta suerte, la tecnología entra en la intimidad y controla a todos y los vuelve felices. Para ellos, esto es democracia; la libertad, una aberración de Occidente. San Judas, ¿seremos todos nosotros vigilados por el Gran Hermano? Por favor, suplica al Inmutable, que no nos sigamos endeudando con China.
Por de pronto, nos urge, oh Santo Patrón, que Lenín no enferme, y no expire su popularidad. Pues no tanto tememos que suba Alexandra, sino que nos gobierne su rojo papá. Que nombre un gabinete de solo mujeres leninistas todas y no feministas y tal vez dos monjas y una pastora que alabe al Señor.